Nació una nueva Argentina

De nada valieron los denodados esfuerzos de un gobierno agonizante, al tratar de emparejar los votos del caballo del corregidor a niveles que se aproximen a los del candidato opositor cuando, ya escrutadas el 60% de las urnas, el propio Scioli, excesivamente caballeroso, reconoció su derrota que, hasta ese momento, se marcaba con una diferencia de 8 puntos.

En efecto, hasta hace apenas una semana antes de las elecciones por la segunda vuelta, la Consultora Elypsis, que fue la que en la primera vuelta estuvo más próxima en sus predicciones, daba un 48% para Macri y 37% para Scioli, pronóstico que éste confirmó conocer públicamente, antes de los sufragios.

Dichas contradicciones fueron la señal inconfundible de un régimen populista que trató de manejar a su antojo la consulta popular, ante el cansancio del pueblo por la corrupción desembozada, por las expropiaciones que ahuyentaron la confianza e inversión internacional, por las agresiones estériles, y por una inflación que se sitúa entre las más altas de la región.

De ahí el acucioso afán de los opositores por inquirir al nuevo presidente sobre cuatro temas, que son los que ensombrecen el actual régimen y constituyen minas dejadas para hacer volar por los aires a la nueva administración: La devaluación, el narcotráfico, la supresión de los subsidios y prebendas y las relaciones con los países de la Unasur, que otrora fueron los puntales del Kirchnerismo.

En lo que a la paridad monetaria se refiere, pese al desencanto de los terroristas que anhelarían una solución basada en el shock que desate una eclosión social capaz de tumbar al flamante gobierno, nos aventuramos a predecir que éste acudirá a la receta que los propios acreedores de los fondos buitres le sugirieron a la Argentina, con base en un informe de la organización Tax Justice Network que señala: de los 17,5 billones de euros que controlan en la actualidad los paraísos fiscales, 400.000 millones pertenecen a ciudadanos argentinos, suma más que suficiente para cubrir la Deuda Pública Nacional acumulada al 30 de junio de 2014 que, según el propio Ministerio de Economía de la Argentina, es de 198.863 millones. Es decir, el dinero que los malos argentinos tienen escondidos en los paraísos fiscales representa casi el doble de la deuda externa reconocida y su repatriación, que ayudaría también a resolver el problema de los subsidios, contaría con el apoyo y satisfacción general de todos los argentinos.

En lo referente al narcotráfico, creemos que Macri fue muy claro y valiente al sugerir su erradicación, conociendo la suerte que corrió el candidato Luis Carlos Galán, durante su campaña presidencial en Colombia, que le costó la vida al no tomar los recaudos de seguridad necesarios.

Las relaciones con todos los países del mundo serán normales, salvo con aquellos que rompan las normas de los acuerdos sobre el respeto a los derechos humanos, como está ocurriendo actualmente en Venezuela.

Finalmente, de cumplirse todas estas medidas, estamos seguros de estar frente a un gobierno que anunciará muy pronto, el nacimiento de una nueva Argentina.