París.- Francia rindió ayer un homenaje sobrio y emocionado a las 130 víctimas y más de 350 heridos en los atentados del pasado día 13, representantes de una generación que, según el presidente galo, François Hollande, simboliza la esencia del país.
“Los fallecidos encarnaban nuestros valores y nuestro deber es, más que nunca, conservarlos. No cederemos al miedo ni al odio”, subrayó Hollande en el patio del palacio de los Inválidos, donde se congregaron cerca de 2.000 personas.
Dos voces anónimas recitaron los nombres y edades de las 130 víctimas mortales, cuyos rostros fueron mostrados antes por una gran pantalla.
Fue uno de los momentos más emotivos entre las familias y heridos, algunos con muletas y en sillas de ruedas, que se concentraban en la tribuna. (EFE)