Hoy recordamos a este grande del folclore nacional
Un capítulo de la historia del folclore boliviano se cerró el 2 de diciembre del año 1995 con el sensible fallecimiento de Luis Calderón López, un hombre nacido en la milenaria población de Tiwanaku que se entregó incondicionalmente a la mayor pasión de su vida: la defensa y difusión del folclore nacional.
Y es que cuando Calderón se proponía algo, lo lograba. No le importaba de qué manera, lo importante para él era revolucionar la actividad folclórica en el país. Y lo hizo cuando posibilitó el engrandecimiento de la Entrada del Señor Jesús Gran Poder junto a su cuñado, el también desaparecido folclorista Lucio Chuquimia Aguirre, a comienzos de la década de los 70, cuando de ser una festividad zonal se convirtió en la Fiesta Mayor de Los Andes. O cuando organizó el Festival Internacional del Sesquicentenario, en 1975, para muchos el mejor que hubo en el país por la presencia de reconocidos grupos y artistas de Bolivia y el exterior. Y ni qué decir de la labor que efectuó con la compañía de danzas Bolivia Andina con la que difundió la riqueza cultural del país en Europa, Norte, Centro y Sud América. Es que “don Luis” o “don Lucho”, como lo llamaban sus hermanos folcloristas, fue un verdadero impulsor de la cultura popular de nuestro pueblo. Como periodista hizo lo propio desde la prensa, radio y TV. Publicó varios artículos en importantes periódicos del país, entre ellos EL DIARIO, hizo la primera página folclórica en el matutino Hoy y editó la revista especializada Este es mi pueblo, cuyo nombre llevó también su influyente programa radial.
A tres días de conmemorarse los 20 años de su partida, es preciso recordar lo que afirmó el maestro Manuel Acosta, director del Ballet Folclórico de Bolivia (BAFOBOL): “…don Luis dejó un vacío grande, no sólo los folcloristas le deben mucho, sino la Entrada del Gran Poder, que en gran medida su organización fue obra suya”.
Calderón murió a los 57 años de edad el 2 de diciembre de 1995, pero su obra está más presente que nunca.