ESPECIAL

Carmen Melgar

* La periodista del sector “Bolivianos de Oro” de Unitel compartió sus experiencias con La Guía. Asegura que la vida le ha dado la oportunidad de atesorar el cariño y las enseñanzas de personas que logran trascender más allá de las adversidades.


“Sólo soy una boliviana afortunada y bendecida”
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En medio de noticias malas y negativas que fluyen en el torbellino de la comunicación, Bolivianos de Oro es un sector del noticiero de Unitel que a diario inyecta esperanza y optimismo en el corazón de propios y extraños. “Nos permite ver cómo los bolivianos podemos ser extraordinarios si queremos y esos son los bolivianos de oro, son las lecciones que necesitamos para no olvidarnos del lado bueno que hay en nosotros”, expresa Carmen Melgar (C), la sensible e inquieta periodista encargada del segmento televisivo, quien acaba de cumplir 10 años en Unitel, cinco de ellos visibilizando a los “bolivianos de oro”.

LG: ¿El sector ya había o nace contigo?

C: No, fue una puesta de nuestro director general de noticias Juan Carlos Rocha, debe tener un poquito más de cinco años. En sus orígenes, quizás los primeros tres meses, lo llevé yo, empezó conmigo, pasaron varios periodistas que se hicieron cargo del sector y finalmente volvió a mí, nos hemos reencontrado, estamos destinados a estar juntos (sonríe).

LG: ¿Y qué tal la experiencia de estos cinco años distinguiendo a bolivianos?

C: Huyyy… fue de mucha fe, ejemplo y lecciones de amor que comparto con la gente cada día. Es gente que piensa en el prójimo, que da su tiempo para otro y que cada día piensa en hacer lo mismo o gente que ha luchado no importando si nació con un cuerpo o mente completa, pero que cada día quiere estar completa. Es gente que se desafía a sí misma y que quiere surgir, crecer y estar bien y ahí vemos a personas que nos hacen pensar ¡Dios mío, qué grande es la vida! y (muchos) no la valoramos a diario, porque hay gente que nace con mucho infortunio, pero que quizá tiene más riqueza que muchos ricos o enfermos que están más sanos que uno sano.

LG: ¿Bajo qué parámetros eligen a los bolivianos de oro?

C: No hay mucho filtro, uno de ellos, por ejemplo, es: cuánto nos puede enseñar, pero es importante que la gente lo sienta boliviano de oro, porque si llega a uno o a muchos es por algo y por ello tratamos de conocerlos antes en una grabación y creemos en las personas que los postulan, que casi siempre son grupos y no tanto personas individuales.

LG: ¿A cuántos bolivianos de oro ya visibilizaron?

C: En cinco años, cada día el sector… (sonríe), no tengo la matemática completa.

LG: En una anterior entrevista, hace algunos años, decías que querías correr menos y pensar más, ¿hiciste eso?

C: Yo creo que el Boliviano de Oro me ha acercado más, ya no corro tanto y tengo que pensar más, no es que voy a lo mecánico, debo tratar de llegar a lo que la gente no puede ver. Por ejemplo a un maestro de aula, todos lo ven cada día como el hombre o la mujer que escribe en el pizarrón, pero ¿quién sabe cómo llegó a ser maestro? Hay maestros que vienen de las minas, otros que han mantenido sus familias durante muchos años, los que enseñaron en pisos de tierra y que para lograr su objetivo de educar han tenido que sufrir mucho y han construido escuelas de la nada.

LG: Tu labor es reconocida por muchos compatriotas que creen que tú también eres una boliviana de oro, ¿qué opinas?

C: Definitivamente no siento ni pienso ser boliviana de oro, sin embargo creo que la vida me ha dado la bella oportunidad de atesorar el cariño, enseñanzas y experiencias de personas que con mucho esfuerzo, valor y constancia logran trascender más allá de las adversidades. Ellos nos enseñan a usar el fracaso o limitaciones como materia prima para sus logros. Cómo no sentirme afortunada al conocerlos y aprender de ellos y ellas. Sólo soy una boliviana afortunada y bendecida.

Quiere escribir una novela

“ESTOY TRABAJANDO PARA REALIZAR MI SUEÑO”

Además de presentar el sector “Bolivianos de oro”, Carmen Melgar tiene a su cargo las unidades móviles en La Revista y en el noticiero de mediodía de Unitel.
“Así que estamos experimentando los nervios del vivo cada día y que son como una nueva experiencia. No se trata de que tengas más de 15 años de experiencia y puedas hacerlo bien… la televisión es una experiencia que cada día te transporta a lugares diferentes y cada día tienes que aprender y lleva nervios, preparación, es nacer cada día”, sostiene.

LG: ¿Quién es hoy Carmen Melgar?

C: Yo pienso que no hay ciclos que se cierran por completo en la vida, hay que crecer hasta morir, pero sí me considero una periodista más madura que hace 17 años cuando empecé y con una visión quizás más íntima de lo que es realmente el periodismo, la vida, creo que tengo mucho todavía que caminar y antes dije que uno de los sueños que tengo es escribir y estoy trabajando para realizar mi sueño y escribir fuera del periodismo, sin esa prisa de correr cada día, sino una literatura más descansada, más pausada y quizá con objetivos más a largo plazo.

LG: Querías escribir novelas, ¿no?

C: Sí, estoy trabajando en eso… tengo la idea clara de que no puedo morirme sin escribir lo que tanto quiero y lo que tanto quiero es escribir una novela.

LG: ¿Sigues siendo una periodista “agresiva” en la cobertura?

C: Creo que todos tenemos que ser acuciosos, no tener que creernos todo lo que nos dicen, ¿no?, es más, tenemos que buscar lo que no nos dicen y tenemos que desconfiar de lo que nos dicen y esa es una constante en el periodismo y creo que no he perdido mi esencia, pero por la misma característica del sector (Bolivianos de oro) ya no tengo que increpar mucho, pero tengo la cobertura de las unidades móviles, donde vuelvo a ser la periodista inquieta y descontenta con todo.

LG: ¿Qué fue lo mejor de tus 10 años en Unitel?

C: Todo, cada día, para mi Unitel es mi hogar, yo entré embarazada, fue un momento muy lindo y me acompañó, es imposible no tener cariño hacia mi casa.

 
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