Macri es cochabambino

Como muchísimos bolivianos, seguí con interés el desarrollo de las elecciones en el vecino país, que dio el triunfo al señor Macri, quien puso fin al larguísimo mandato del señor Kirchner, de la señora viuda de Kirchner y de su nutrida legión de seguidores populistas. Cuando mi corresponsal periodística se presentó en nuestro despacho, no pudo menos que sorprenderse al advertir mi inusitado interés por las mencionadas justas electorales, explicándole cual si fuera la Capital Cultural de América Latina y que sigue siéndolo, a tal punto que honramos a Borges y también a Sábato, incorporando a nuestras querencias a Gardel, a Boca Juniors y a River Plate.

Mi reportera cochabambina escuchó mis palabras con sorpresa e interés, para luego darme un casto beso en la frente y decirme: “yo también siento ese cariño y respeto por la Argentina y es por ello que tengo el placer y el honor de comunicarle que ese gran señor argentino, el señor Macri, es cochabambino”. Por un momento pensé que me sobrevenía un soponcio y me sujeté, agarrándome de las polleras de la fantasiosa cholita valluna y tuvo que sostenerme en sus brazos regordetes.

Cuando recuperé el habla, le manifesté mis dudas al respecto, que su teoría tuvo origen en el cariño apasionado que ella siente por su tierra, obligándola a inventar la especie de que el señor Macri, Presidente Electo de Argentina, es cochabambino.

Entonces habló la cholita Macacha y me reveló que el señor Macri había nacido en Arque (Departamento de Cochabamba) y que, por lo tanto, es arquentino, y por lo tanto “Macri es cochabambino”.

Pensé por un instante en que la cholita cochabambina nacida en Quillacollo estaba jugando con la arquitectura de palabras tan parecidas como argentino y arquentino, pero ella con su aire de inteligente me anunció que me explicaría por qué los cochabambinos se sienten paisanos del señor Macri, o a la inversa, por qué el nuevo presidente argentino merece ser cochabambino, lo cual es un honor para cualquier ser humano. Acto seguido, la bambina cochabambina me manifestó que muchísimos de sus paisanos piensan que los mandatos presidenciales que tratan de ser eternos se convierten en administradores corruptos que tratan de eternizarse en el mando de un país y ella junto a muchos de sus paisanos lo sentimos así. Macacha se encargó de hacerme entender ese sentir colectivo que el señor Macri captó de igual manera en su realidad argentina y que es por tal razón también que los cochabambinos admiran al Presidente Electo y están seguros de que es inteligente y tiene toda la razón y merece ser también cochabambino, arquentino y por lo tanto cochabambino.

Mientras tanto, permitidme decir: “¡¡¡Viva Bolivia, viva Cochabamba, y vivan todos los “arquentinos!!!”.