“Remezón” del 24 de septiembre aún incide en política exterior chilena

El fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya que rechazó la objeción preliminar chilena a la obligación de negociar con Bolivia, una salida soberana al mar, declarándose competente para conocer la demanda nacional, aún incide en la política exterior del país vecino, sostienen analistas bolivianos y chilenos, así como autoridades del Gobierno boliviano.

La crítica interna en Chile, que no aceptó el resultado conseguido por su equipo jurídico en la CIJ, obligó al ahora exagente ante La Haya, Felipe Bulnes, a renunciar a su función. Hoy, el exsecretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien en el pasado reconoció que hay temas pendientes que resolver entre ambos países, tiene la misión de recuperar la cohesión en torno al equipo jurídico de la vecina nación que ahora tiene como tarea principal, proseguir con la presentación de la contramemoria a la Corte de La Haya el 25 de julio de 2016.

CONSTITUCIONALISTA

Sobre la problemática, el experto en tema marítimo y constitucionalista Víctor Hugo Chávez cree que el “remezón” del 24 de septiembre es un impacto directo en torno a la demanda de negociación que ha interpuesto Bolivia. Añadió, además, que esa es una determinación establecida por el régimen chileno el cambiar de estrategia y actores.

“En este caso, es un actor con mucha más trayectoria, recorrido y reconocimiento internacional que tuvo conversaciones con Morales cuando cumplía funciones como Secretario General de la OEA, pero jamás ha incluido conceptos de soberanía”, precisó.

“TABLERO DIPLOMÁTICO”

En ese marco, sostuvo que lo planteado por Bolivia no es una demanda de partes, sino una demanda de negociaciones, moviendo así “las fichas en el tablero diplomático” chileno.

Respecto a una supuesta responsabilidad de Muñoz en el fracaso de la política exterior chilena, sostuvo que probablemente no sólo sea el canciller trasandino sino hasta la misma presidenta Bachelet, que al final de cuentas es responsable de la diplomacia de su país. A su juicio, conviene a la nación vecina que mantenga en el cargo a alguien que siempre va a estar en confrontación interna con el nuevo agente chileno Insulza, porque este no es del equipo de Muñoz y, además, tiene un criterio adverso al canciller chileno.

Para la ministra de Comunicación, Marianela Paco, la renuncia del ahora exagente chileno ante La Haya Bulnes, evidencia la existencia de fisuras internas en el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet.

Según su criterio, esto significa que ellos mismos realizarán sus movimientos de quiénes son necesarios y quiénes no, calificando todo aquello como una decisión absolutamente interna.

DESIGNACIÓN DE INSULZA, ¿UN ERROR?

Entretanto, el procurador del Estado, Héctor Arce, estimó que la renuncia de Felipe Bulnes a su función de agente de Chile ante La Haya se debe al resultado que obtuvo Bolivia el 24 de septiembre, cuando esta instancia se declaró competente de atender la demanda marítima.

Identificó como un error del Gobierno de Chile sustituir a Bulnes con un diplomático  como lo es José Miguel Insulza, exsecretario de la Organización de Estados Americanos (OEA) y excanciller de Chile.

Para el procurador boliviano, esta designación sólo muestra que el Estado chileno es “presa de la desesperación”.

INTERCAMBIOS MEDIÁTICOS

El nuevo agente chileno ante La Haya comenzó su labor el jueves pasado con una nueva fase de intercambios mediáticos con el Gobierno boliviano, ya que mientras el presidente Morales le pidió visitar Bolivia y reunirse con él, Insulza afirmó que su país instalará el diálogo directo sólo cuando concluya el juicio internacional, negando en la ocasión que alguna vez hubiera hablado de mar con soberanía para Bolivia.

Finalmente, el jueves pasado planteó al Gobierno boliviano retirar la demanda marítima de La Haya si quiere dialogar. La respuesta de Evo Morales, de hecho, fue contraria a las pretensiones de Insulza, de quien dijo ser su amigo, sin embargo, calificó sus últimas declaraciones como contradictorias.

Imitando el trabajo del delegado boliviano ante La Haya, Carlos Mesa, Insulza dijo que cumplirá un rol político y de vocero por el tema marítimo, asumiendo tareas similares. Asimismo, admitió que la nueva estrategia busca hacer frente a la campaña internacional que lleva Bolivia en todo el mundo, sobre todo por el trabajo que realiza el vocero boliviano Mesa.

ANALISTA CHILENO

El experto chileno Nicolás Miranda, en su columna cotidiana publicada en un medio chileno, hace un análisis de esta problemática, cuando dice que el exagente ante La Haya, Felipe Bulnes, renunció a su cargo argumentando “falta de cohesión” interna.

Para comenzar su análisis, Miranda hace una retrospectiva del primer traspié trasandino, cuando el jueves 24 de septiembre la política del Gobierno y el régimen de su país sufrieron una derrota en La Haya.

Respecto a un segundo traspié dice que el fallo dejó descontentos entre la casta de parlamentarios chilenos al servicio de los empresarios.

También dice que luego de la renuncia de Bulnes, buscando disimular el sofocón, Bachelet explicó: “Esta nueva etapa tiene exigencias distintas a la anterior, y en razón de ello me ha pedido relevarlo de su cargo. Respetando sus razones, he aceptado su renuncia”, y nombró en su lugar a José Miguel Insulza.

Miranda, en su análisis, menciona que Bulnes aclaró sus motivos verdaderos, “se había perdido la cohesión sobre el respaldo al equipo jurídico”. Sostuvo, asimismo, que la falta de cohesión fue la clave. Hizo énfasis en que apenas nombrado Insulza, le pidieron explicaciones por sus afirmaciones cuando era el Secretario General de la OEA, declarando que esperaba diálogo entre ambos países.