Los últimos días del Libertador

El 30 de noviembre de 1830, Bolívar llegó a Santa Marta, Colombia, en estado de postración física, donde al día siguiente comenzó a ser tratado por el médico francés Alejandro Próspero Reverend. Su diagnóstico fue desalentador: tuberculosis pulmonar.

Días previos a su llegada a Santa Marta, en la hacienda de un amigo, había escrito una carta al Gral. Justo Briceño dando a conocer la gravedad de su enfermedad:

Barranquilla, 29 de noviembre de 1830

Señor General Justo Briceño.

Siento comunicarle a usted que mi salud sigue malísima.

Viene de la página 13.

El médico me reiteró que debo irme de aquí (Barranquilla). Esto me ha determinado embarcarme por mar a Santa Marta o Cartagena. Si por este medio no lo logro, pues yo no me atrevo a hacer un viaje de dos días por tierra. Crea usted que no exagero cuando le aseguro que para subir y bajar una pequeña escalera me causa tanta fatiga como me hubiese costado en otro tiempo subir al cerro más pendiente.

Me repito su amigo de corazón. Bolívar.

Otras circunstancias que afectaron enormemente a la salud y en el estado de ánimo del Libertador fue la desintegración de su sueño panamericano y el asesinato de Sucre, cuando se dirigía a Quito y en un lugar denominado Berruecos el 4 de junio de 1830 cayó en una emboscada. Bolívar había manifestado en diferentes oportunidades que veía en el Mariscal de Ayacucho a su legítimo sucesor.