Presidentes pasajeros

El récord presidencial de Evo Morales con la mayor permanencia continua en el poder en Bolivia repercutió inclusive fuera de nuestras fronteras. Cumplir nueve años, ocho meses y 27 días al frente del gobierno es un acontecimiento que solo casi dos siglos después pudo pasar. El récord batido fue el que registró en la historia boliviana el gran Mariscal de Zepita.

Desde la fundación republicana de Bolivia, hubo hechos de trascendencia política en cuanto a la presidencia, que soslayaron en la lógica de la toma del poder por el poder, lo que generó (micro) periodos de profunda inestabilidad política y estuvieron en ese cargo los ahora recordados, aunque no menos importantes, “presidentes pasajeros”.

Entonces es preciso reivindicar el sentimiento cochabambino con la memoria de Pedro Blanco Soto, quien en circunstancias aún no esclarecidas fue victimado en la capital del país, destinando sus últimos seis días de vida a la presidencia de la república. Formado en la doctrina militar irlandesa por el general William Miller, combatió en la Batalla de Junín junto a los Húsares (guardia montada presidencial peruana, hasta el 27 de julio de 2012); antes de asumir la presidencia permaneció varios meses en Huamanga (una de las actuales once provincias que conforman el departamento peruano de Ayacucho), debido a sus graves heridas en combate que le merecieron su ascenso a Coronel en la batalla de Ayacucho.

Diez días duró el mandato del cobijeño Eusebio Guilarte Mole, que fue derrocado por José Miguel de Velasco. Militar que combatió con el ejército patriota en Zepita, Yanacocha, Uchumayo y Yungay, en estos tres últimos al mando del Mariscal Santa Cruz.

A pesar de la designación congresal de la presidencia interina a Walter Guevara Arze, le valieron sólo 16 días en el poder al entonces Cnl. Alberto Natusch Busch haberlo derrocado. La masacre de Todos Santos derivó en más de cien muertos, el Regimiento Tarapacá al mando del Cnl. Doria Medina arremetió contra los ciudadanos que resistiendo en las calles con barricadas de adoquines y con palos en mano rechazaban la medida de facto. Mientras 64 millones de pesos desaparecieron misteriosamente del Banco Central, se dice por órdenes del ministro Agapito.

De profesión abogado y mientras ejercía como Vocal de la Corte Superior de Distrito de La Paz, Néstor Guillén Olmos fue presidente por 27 días, luego que se enfiló a la denominada junta de gobierno que derrocara trágicamente, tras que una enardecida turba tomara el palacio, y colgara al trigésimo noveno presidente de Bolivia: Gualberto Villarroel.

Con menos de un mes (29 días) en el poder, el potosino Sebastián Ágreda promovió la caída de José Miguel de Velasco Franco. Como militar salió victorioso en Montenegro, pero derrotado en Yungay, intentó el retorno del Mariscal de Zepita, de quien fuera su Ministro de Guerra. Abandonó la política luego de ser derrocado en las elecciones de 1865, donde fue presidenciable, aunque de allí devino la toma del poder de quien defenestrara a José María de Achá: Mariano Melgarejo.

Un sábado 10 de julio de 1841, y por 79 días, Mariano Enrique Calvo asumió la presidencia del país, luego de que como Vicepresidente, en su periodo legislativo se dictara las leyes de juicios de responsabilidad contra magistrados de la suprema, los códigos: penal (reformado), de minería y mercantil. Fue derrocado por Ballivián y dejó el poder el 27 de septiembre del mismo año.

Indudablemente superar a “Santa Cruz, el Cóndor indio” como trascendiera en la historia por el ilustre biógrafo Alfonso Crespo, citado por Carlos Mesa, ha sido un hito en nuestra historia. Este momento de estabilidad política por el que atraviesa nuestro país tiene un nuevo desafío a partir del referendo por la reforma parcial a la Constitución, hecho que está en manos del titular legítimo de la soberanía. Son otros tiempos de redireccionamiento de la lógica de la toma del poder por el poder, a la toma del poder por la reivindicación de la Constitución democrática.

El autor es periodista.