INTELIGENCIA EMOCIONAL
“Mientras más aprendemos más cambios y mejoras podemos lograr”
En el mundo de las relaciones humanas, existe un factor que se manifiesta con mucha frecuencia que casi nunca tomamos en cuenta: el factor psíquico de las personas que se interrelacionan e interactúan produciendo diferentes resultados relacionales.
Hay ocasiones en las que, pese a haber logrado un buen acuerdo verbal, los comportamientos subconscientes se van por otra parte y la relación se desconecta; ahora sabemos la verdad, existe un factor psíquico, un factor formado por energías vitales que se enlazan y si son energías afines, se complementa y si no lo son, se repelen.
Existe una ley de la vida que dice que cualidades iguales se atraen y cualidades diferentes se repelen; es esta ley de la vida que está actuando constantemente en el aspecto psíquico de las personas y cuando comprendemos esta sabia ley comenzamos a entender la razón del alejamiento de ciertas personas en nuestra vida y también la razón del acercamiento de otras personas a nuestro mundo.
En nuestro mundo del hogar también funciona esta ley. Sin embargo, tenemos relaciones de las cuales no podemos prescindir, al menos por el momento y me refiero a la relación con la pareja, con los hijos y demás parientes.
Cuando suceden estos extraños alejamientos en nuestro mundo familiar, podemos pensar que ha llegado la hora de aprender un nuevo talento, una nueva habilidad para suavizar las relaciones distantes, áridas o dolorosas; la técnica es sencillísima, es, ni más ni menos, el hábito de cerrar los ojos, de concentrar la atención en la parte superior de la cabeza y después en el centro del corazón y a continuación, imaginar a la persona conflictiva delante de nosotros y con las dos palmas abiertas y dirigidas a la persona, pensar: yo te bendigo, yo te bendigo con todo mi corazón y que la paz espiritual y corporal sea contigo.
Si usted querido amigo o usted querida amiga comienza a realizar este ejercicio en cada momento en que venga el pensamiento de esa persona a su cabeza, comenzará a notar cambios de actitud en la persona conflictiva. Todo lo que tiene que hacer es realizar sus ejercicios mentales y perseverar cuando menos dos semanas. Si percibe que ciertas mejoras comienzan a aparecer, puede perseverar hasta tres o cuatro meses, pues las relaciones difíciles requieren de ese tiempo de trabajo.
El otro aspecto importante consiste en aprender a bendecirse a sí mismo o a sí misma utilizando el mismo formato. Una de las cosas que puede hacer antes de su autobendición es limpiarse la cabeza el rostro y el cuello con agua fría y al hacer este trabajo botar la negatividad a un recipiente que contenga agua, de esa manera proceder a su autobendición.
El método de la limpieza con agua fría le permite cambiar de estado de ánimo casi de inmediato, utilice este recurso en cada momento en que sienta pesadez en la cabeza o dificultad de pensar.
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