Carretera La Paz-Cochabamba

Una de las obras viales más relevantes que puede realizarse en la actualidad es la construcción de la carretera La Paz-Cochabamba. De inicio, cabe reconocer que el trayecto es bastante complicado por la topografía de la región, lo que acrecienta su costo.

Sin embargo, es también necesario destacar que cumpliría un triple rol. El primero, acortar el tiempo de unión entre ambas ciudades; el segundo, descongestionar la carretera La Paz-Oruro-Cochabamba; tercero, habilitaría una región productiva a los mercados centrales del país.

La iniciativa no es nueva, a comienzos de la presente centuria los entonces prefectos de La Paz y Cochabamba concertaron aportar sus concursos para realizar la obra, como que, en efecto, la iniciaron por ambos lados. Se han realizado trabajos significativos, como es el tendido de casi una decena de puentes, en ambos extremos.

Deplorablemente, el propósito fue mal entendido y aparentemente no se le reconoció su trascendencia, de manera que los trabajos se suspendieron. Afortunadamente, en la anterior y en la actual gestión de la Gobernación de La Paz se dio alguna continuidad a la obra, pero no le dieron mayor intensidad por su elevado costo.

No se supo si la Gobernación de Cochabamba hizo otro tanto. En el caso de que volviera a ser coincidente el esfuerzo, seguramente se llegó también a un punto muerto.

La realidad es que se trata de una obra de interés nacional y que las gobernaciones de La Paz y Cochabamba no tienen la capacidad económica para cubrir los requisitos financieros que demanda la construcción total de la carretera.

Al margen de este y otros aspectos complicados que tiene la realización de una obra de tal magnitud, es pertinente, a su vez, anotar los beneficios que puede tener para el desarrollo nacional.

Desde Río Abajo, en La Paz, donde comienza la obra, hasta la provincia Independencia, de Cochabamba, se tiene un amplio espacio geográfico con múltiples posibilidades de desarrollo en los campos de la agricultura, la ganadería, la minería y lo más remarcable sería dinamizar mucho más el intercambio comercial interno.

De otro lado, es indispensable reducir el congestionamiento del transporte vial entre La Paz y Cochabamba. Aunque se construyó una vía más, entre La Paz y Oruro, esa situación tiene pocas variantes. La prueba clara de ello es la frecuencia con que en ambas carreteras se producen accidentes de tránsito, generalmente con saldos trágicos conmovedores, pues se ha dado el caso en que familias integras perecieron en esas circunstancias.

En cuanto a costo, habría sido más acertado destinar los 312 millones de dólares que demandó la construcción de la doble vía La Paz-Oruro a la ejecución de la carretera La Paz-Cochabamba.

De lo que se trata ahora es que la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) asuma la obligación perentoria que tiene de ampliar la infraestructura vial del país. No se trata de una carretera provincial, sino de carácter nacional. Por tanto, la unión La Paz-Cochabamba es de responsabilidad de esta entidad

Como queda expuesto, el costo es alto, en cálculos de la Gobernación sería de 100 millones de dólares, tomando en cuenta que se trata de cubrir la extensión de 90 kilómetros. Empero, la obra tomará unos dos años siquiera para ejecutarla, de manera que en dos o más gestiones puede prorratearse la cobertura del costo de la obra, por parte de la ABC.

Además, deberá tomarse en cuenta que al presente para llegar de La Paz a Cochabamba se emplea ocho hora en recorrido. Con la nueva carretera el tiempo se reduciría a no más de cinco horas, lo que implica abaratar el costo del transporte entre ambos departamentos, que junto con Santa Cruz forman el eje del país. En estos tiempos, reducir los costos del transporte se ha tornado en una cuestión clave para las economías de los países.