Momentos difíciles y felices

Uno de los momentos felices fue el ascenso de Sport Boys a la Liga del Fútbol profesional Boliviano. En 2012 acabó segundo en el torneo de la Asociación cruceña, lo que le valió el derecho a jugar la Copa Bolivia de ese año. Allí clasificó al nacional B, inicialmente por series, y avanzó al hexagonal final, logrando su ascenso a la liga en el indirecto, aunque con alguna dificultad y dramatismo, pues en el cotejo de ida, jugado en Warnes, igualó con Petrolero dos a dos y en el cotejo de vuelta, otro empate, en Yacuiba, uno a uno. Fue necesario un partido extra, jugado en Santa Cruz el 13 de junio de 2013, cuando Sport Boys despachó a Petrolero

a su asociación, en otro cotejo difícil, ganando por dos goles a cero, con dos sendos goles de Joaquín Botero en los minutos 44 y 47 del segundo tiempo, cuando ya agonizaba el partido.

Ese año ascendió directamente Guabirá, había descendido la Paz Fútbol, Club (que posteriormente desapareció del mapa futbolístico) y, por el indirecto, subió a la Liga Sport Boys y se constituyó en ese torneo en el cuarto equipo cruceño en la Liga, junto a Oriente Petrolero, Blooming y Guabirá.

El primer año en el profesionalismo, como para todo equipo de debuta, las cosas no fueron fáciles para el “benjamín” y, pese a todo, logró evadir la zona del descenso directo e indirecto y permaneció en la Liga.

En su segunda temporada, que concluyó en mayo del presente año, Sport Boys ocupó el penúltimo lugar en la tabla del descenso y se vio forzado a jugar el indirecto con Atlético Bermejo, cuyo primer partido –jugado en el estadio Fabian Tintilay- favoreció al local que ganó al warneño por tres goles contra uno.El partido de vuelta, jugado el 4 de junio en el estadio Samuel Vaca, favoreció al local, pues Sport Boys triunfó por cuatro goles a a uno, obligando a un partido de desempate que se jugó en la ciudad de Cochabamba y lo ganó por dos goles contra cero, con anotaciones de Marcos Ovejero a los 37 del primer tiempo y Carlos Pinto a los 47 del complemento , manteniendo así su condición de equipo ligero.

Hasta ese partido fue director técnico Víctor Hugo Antelo quién, en principio, fue ratificado por el presidente Carlos Romero aunque, días posteriores, hubo discrepancias y el cargo fue encomendado al actual director técnico, Carlos Leeb.