Un héroe de la talla de Simón Bolívar, al igual que cualquier ser humano, puede tener frustraciones a lo largo de su vida, más si ella ha sido vivida intensamente. Frustraciones personales y frustraciones más políticas, siendo él, el origen de la independencia de un continente.
Enumeraremos las primeras: la pérdida de sus padres a muy temprana edad, el haber vivido su niñez y juventud, bajo la férula de tíos y apoderados, en algunos casos con no muy buen augurio, siendo Bolívar inquieto y rebelde joven.
El haber enviudado a los pocos meses de su matrimonio con María Teresa del Toro, a menos de un año, cuyo amor exaltó la promesa de nunca más volver a casarse.
Por último, la falta de ilusión y sino en sus viajes a Europa, que solo significaron vida fácil y derroche de dinero, considerado como príncipe español adinerado, en toda reunión y salón; hasta la aparición de su maestro Simón Rodríguez, y su contacto y amistad con el sabio alemán Alexander Von Humboldt.
En su vida pública, y política, sin duda, fue la frustración del sueño de ver una América unida, realzada como una poderosa fuerza, tal como se llegó a constituir el Imperio el Brasil.
Las primeras defecciones de sus lugartenientes y generales de peso, que no quisieron aceptar su mando, más por celos, frente a la inteligencia, capacidad y sabiduría de su General.
Se puede señalar en primera lugar al General Piar, un patriota, cuya conducta entorpeció los avances del Libertador.
Se puede citar a muchos otros, entre ellos los Generales Mariño y Bermúdez, que finalmente aceptaron la jefatura de Bolívar,
El anhelo de Bolívar, fue la integración de los pueblos de América, su obra la creación de la Gran Colombia, que en un principio fue formada por Nueva Granada, Venezuela y Ecuador. Su gran proyecto era integrar a la Argentina, más Perú y Chile a la Gran Colombia, crear la capital del nuevo Estado que se denominaría Fray Bartolomé de Las Casas, en honor a ese heroico luchador a favor de los indígenas.
Mas la primera disgregación de la Gran Colombia fue debido a sus generales. El General Páez separó a Venezuela, convirtiéndose en su primer presidente, más tarde dictador.
El General Flores separó al Ecuador, nombrándose su presidente. El General Santander, convertido en el más terrible y enconado enemigo de Bolívar, separó a Nueva Granada, manteniendo el nombre de Colombia.
Proscrito de Venezuela, desterrado de Colombia, concluye el Libertador su vía Crucis en Santa Marta, agobiado por las maquinaciones políticas de sus enemigos, que asesinan al Mariscal Sucre. “Han matado a Abel”, fueron sus palabras, allá en Cartagena rumbo a su última morada; sin embargo manifestó “Yo los perdono”.
Ese perdón era en aras de la unidad americana.
Pese todas esas vicisitudes, el Gobierno del Ecuador lo nombró “Padre de la Patria” y “Protector del Sur de Colombia, la República de Bolivia, su hija predilecta, lo llamó “Jefe de la libertad de América”, y lo nombró su Embajador ante La Santa Sede. Quizá esto último fue un bálsamo para su ya agotada vida.
Sociedad Bolivariana de
Bolivia, fundada en 1926.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |