La Navidad, San Francisco de Asís y el Niño Jesús

Vivimos un mundo de violencia, de extremado consumismo, materialis-mo pleno, y aun así, la Navidad es la mayor fiesta religiosa de paz, alegría y de concordia. Nos recuerda también el naci-miento del más grande y bueno de los hombres, el que siendo un Dios, todo poderoso, quiso revestirse de mortal para enseñarles a los hombres a ser más sensibles y humanos. Es por eso también que brilla San Francisco de Asís “Giovanni Francesco Bernardone”, místico y predi-cador italiano, fundador de la Orden Franciscana en el mundo.

La tradición de armar el pesebre de Belén en el mundo cristiano se remonta al año 1223, en una Navidad de la villa italiana de Greccio. En esa localidad, San Francisco de Asís reunió a los vecinos para celebrar una misa de medianoche en derredor de un pesebre con la figura del Niño Jesús, moldeado por las propias manos de San Francisco de Asís, en aquella ocasión se cantaron alaban-zas al misterio del nacimien-to; desde entonces la fama de los “nacimientos”, y la costumbre religiosa de ar-marlos se extendió por todo el mundo.

San francisco de Asís na-ció un 5 de junio de 1182, en Asís y falleció el 3 de octubre de 1226 cerca de la capilla de la Porcinculo y fue sepul-tado en San Giorgio. Fue canonizado el 16 de julio de 1228 por el Papa Gregorio IX, en su memoria el actual Papa lleva el nombre de San Francisco. Son cuatrocientos setenta y cinco años de ser-vicio y entrega de la comuni-dad franciscana en el valle de Chuquiago, esa labor se refleja hoy en el emblema de la paceñidad en que se ha convertido el templo y el convento de San Francisco, donde hoy se encuentra el Centro Cultural y Museo de San Francisco, cuya misión evangeliza-dora, comprometida con Dios y conformar la sociedad con justicia, paz y fe.

Su director el Dr. José Ríos Cambeses, quien recientemente fue elegido como la máxima autoridad del Consejo Municipal de Culturas de la ciudad de La Paz “Concipculta”, alienta y preserva uno de los más importantes monumentos de la cultura e historia indoamericana, muestra de la pujanza de los habitantes de esta hermosa “Ciudad Maravilla”, ahora orgullo de los paceños y no paceños que vivimos en ella, mostrando nuestra fe cristiana, de paz y concordia en esta Navidad.