Cartas que nadie leyó

Como una periodista que quiere ser eficiente debe comenzar por ser curiosa, Macacha lee todos los papeles que encuentra a su paso por las galerías y corredores del Palacio Real de la plaza Murillo y no vacila en hurgar hasta las canastillas donde van a parar los papeles que no interesan a Evo. Se hallaba en este quehacer casi detectivesco cuando encontró arrugados algunos papeles documentales de valores testimoniales y muy humanos para mostrármelos y difundirlos. He aquí algunos a los que no dio importancia alguna ni siquiera el propio ministro y cumpa de Evo, el señor Quintana.

El primer papel echado al basurero procede de una extraña asociación que agrupa a muchos ciudadanos inculpados en el “affaire” del llamado Fondo Indígena que involucra a algunos beneficiarios y exime de toda culpa a la señora Achacollo y al ministro de Economía y Finanzas, el señor Luis Arce Catacora. Dice el papel echado al canasto: “que se nos juzgue a todos o a ninguno”. Para luego felicitar al presidente vitalicio Evo, deseándole Feliz Navidad, reconociendo que muchos beneficiarios del Fondo pasaron muchas “Noches-buenas”.

Macacha entusiasmada por el valor de estos papeles desarrugados prosiguió con su tarea y descubrimos que procedían nada más y nada menos que de exiliados políticos y compatriotas nuestros que viven en el exilio desde hace más de diez años sin poder abrazar y besar a sus padres, madres e hijos, sufriendo este castigo tan horrendo que se llama exilio o destierro. Macacha derramó unos lagrimones por nuestros compatriotas, pidiendo al Niño Dios que nuestros gobernantes sean más humanos, dirigiéndose especialmente a Evo, Álvaro y otros semidioses.

Otro papel desarrugado por mi corresponsal nos hizo saber que existe un “movimiento social” denominado Asociación de Inocentes Corruptos, integrantes de la Policía Boliviana y de las Fuerzas Armadas y que en la actualidad sufren culpas ajenas y son señalados como autores y cómplices de casos conocidos como el narcotráfico, las barcazas chinas y otros que nutren las páginas policiales de la prensa, la radio y la televisión.

No pude menos que congratular a mi discípula cholita por su buen trabajo periodístico que nos demostró que hay cartas y papeles muy importantes que llegan al Palacio Real de la plaza Murillo y que son echadas al cesto de los papeles inservibles, sin tener en cuenta que los remitentes son tan bolivianos como Evo, Álvaro y el señor Quintana, cumpa del jefe todopoderoso.

Nuevamente felicité a mi discípula periodística y le hice entrega de su regalo navideño, que fue acompañado de un abrazo pascual, muy parecido a una apechugada de un cholo cariñoso en plena época pascual.

El jueves 24 no aparecerá mi columna periodística porque estaré muy ocupado con mi chullu-chullu adorando al Niño Jesús que es único Dios y Jefe verdadero e inmortal.