Las conclusiones estadísticas de nuestros politólogos y analistas políticos acerca del referéndum que se realizará el próximo 21 de febrero, en su mayoría pecan de contradictorias y exageradas, pero, de todas maneras, sirven para orientar a la ciudadanía, más que para confundirla. Esos resultados facilitan la obtención de algunas referencias que también podrían servir para avanzar en un camino rodeado de escollos.
En primer lugar se observa el curso declinante de las tendencias radicales de origen continental, como los casos de Argentina, Venezuela y otros, las mismas que dictan la línea y darán, posiblemente, pasos para restaurar el orden tradicional.
En segundo lugar, la tendencia en el interior de Bolivia sigue la misma línea conservadora, como se comprobó en las tres jornadas electorales realizadas durante el anterior año y el que termina, tendencia que derrotó a la corriente oficialista y que no cambió de dirección por no permitir al electorado el tiempo suficiente para madurar sus puntos de vista sobre la actual realidad del país.
Esos dos factores (sin contar los casos de Francia y España) constituyen importantes indicios para pronosticar cuáles serán los resultados de dicho próximo referéndum, es decir que las varias tendencias podrán juntarse en una sola para una definición, datos que las empresas encuestadoras toman en cuenta para ofrecer sus resultados.
A esos dos elementos se debe añadir los aspectos concienciales de nuestro electorado, como ser el referido a la psicología de masas, fenómeno que caracteriza a la población boliviana y sobre el que no tiene ninguna influencia la propaganda mediática. En efecto, entre otros puntos que influyen sobre el espíritu colectivo, están el cansancio de ver las mismas caras y oír las mismas voces; la monotonía ideológica; la resistencia a la presencia machacona de las mismas figuras y la repetición los mismos argumentos y otros. Sobre esos aspectos no tiene peso la propaganda que afirma que existe o no existe progreso en el país, si el Gobierno es bueno o malo, si los grupos opositores tienen simpatía o rechazo, etc.
La ciudadanía que observa la entrega de obras sociales, recibe noticias de “prosperidad” y es informada de una fantástica danza de millones de dólares para obras faraónicas, créditos externos y otros, pero por más publicidad que escuche, hace oídos sordos a esos despliegues publicitarios y solo se atiene a su conciencia.
En síntesis, todas las aludidas tendencias políticas convergen en un solo caudal y bien podrían definir la situación a favor de una de las fórmulas (Sí o No), porque toda regla tiene su excepción. En todo caso, todos los comentarios y pronósticos sobre el referéndum solo son consideraciones subjetivas y únicamente los resultados prácticos permitirán decir si son verdades.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |