En La Navidad 2015 el ánimo de los bolivianos se recoge en el espíritu de la celebración de la llegada de Jesús, el hijo de Dios, con la voluntad de hacer prevalecer la paz e imponer una grata convivencia social, sin exclusión alguna. Estas condicionantes no deben reducirse a estas 24 horas, sino durante la intemporalidad de la vida. Sólo así gozaremos de una existencia que refleje la ternura y el amor que nace en Belén, como expone esta cálida imagen. Deponer las diferencias y curar las heridas que puedan tenerse, para hacer una sociedad alegre y solidaria. En última instancia, esta es la mejor forma de darle contenido a la fe en nuestras divinidades, sea cuales fueren.