• El ministro de Gobierno, Carlos Romero, expuso que implica contar con mejores recursos tecnológicos y de infraestructura, para combatir con mayor eficiencia el crimen y la delincuencia.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, afirmó que un desafío de su cartera para la próxima gestión es darle continuidad a la reforma en la institución policial, que implica la implementación de tecnología e infraestructura, para situarla en mejores condiciones para combatir eficientemente el crimen y la delincuencia.
El Ministro destacó el trabajo de la Policía que, en este año, ha “desarticulado bandas de organizaciones criminales muy peligrosas, particularmente en Pando, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, en las que estaban involucrados avezados delincuentes de colombianos, brasileños y peruanos, particularmente”.
La autoridad mencionó que los hechos más significativos del año fueron la captura del ciudadano peruano Martin Belaunde, distintos operativos en la lucha contra el narcotráfico y el haber mantenido una tasa de reducción de cultivos de coca, en el orden de las 3.000 hectáreas.
Por ello, el ministro Romero calificó como favorable el trabajo desarrollado en el área de seguridad del país.
CAMBIOS
Por otra parte, señaló que para hacer un cambio en la Policía Boliviana se necesitan varias gestiones aplicadas, como condiciones materiales, cualificación del personal, estabilidad, especialización y desconcentración territorial.
En entrevista difundida en el programa A Todo Pulmón, de Cadena A, Romero indicó que se necesita un trabajo progresivo y permanente en la institución policial.
“Para un cambio en la policía hay que trabajar en diferentes áreas, lo que requiere un trabajo progresivo y permanente. Citó, entre ellos, la brecha que existe entre Academia Nacional de Policías (Anapol) y la Escuela Básica de Policía (Esbapol), que es muy grande”, indicó el ministro.
Manifestó que es también importante darle estabilidad a la especialización; el policía rota mucho en el desempeño de sus funciones, entonces no tiene estabilidad entre los procesos que adquiere especialidad. Por esta razón, considera que hay que darles más tiempo para que se desarrollen y explotarlos en el campo o área donde tienen mejores aptitudes y experiencia.
“Que la especialidad tenga más duración, más estabilidad y si hay más estabilidad, uno puedo reforzarla con formación post gradual permanente”, añadió.
DESCONCENTRACIÓN
La autoridad apuntó que la desconcentración es importante y de ahí se desprende el concepto de policía comunitaria. “Policía comunitaria es un concepto que inventaron los ingleses, es la policía que está cerca de la comunidad, no tiene que estar en sus escritorios sino hallarse cerca de la comunidad social. De esta manera, la policía será valorada, tiene que gozar de plena confianza y hacerse querer, tiene que hacerse parte de la familia del barrio”, subrayó.
Romero precisó que la modalidad que tomó la policía es la de las Estaciones Policiales Integrales (EPIS), que tiene su inspiración del plan cuadrante, que es la cuadriculación de las ciudades y la ubicación de comandos por cuadrantes.
“A ese esquema territorializado le estamos incorporando un enfoque de integridad, que iría amarrado a la descentralización de la justicia, porque en las estaciones integrales debemos tener jueces contravencionales, fiscales, policías y brigadas defensoriales, porque conjugar esos cuatro elementos. Así, policías y operadores de justicia deberían tomar decisiones juntos, esto es lo que hacíamos con el Chachapuma”, acotó.
El ministro Indicó, asimismo, que cuando hay participación interinstitucional y control cruzado sobre los mecanismos de corrupción, hay que tener más cercanía con la población, para disponer de control social y eso requiere infraestructura y tecnología adicional.
“Necesitamos más policía, hace ocho 8 años atrás teníamos 25 mil policías, casi 26 mil, ahora estamos con 37 mil, ha habido un crecimiento vegetativo significativo en estos últimos años, porque se han impulsado más escuelas básicas en ciudades intermedias sobretodo, nuestro desafío ahora es cualificarlos”, dijo.
En su concepto, ese crecimiento vegetativo ha permitido mejorar el servicio de seguridad, si antes se tenía un policía por cada 367 personas, ahora se tiene un policía por cada 287 habitantes, aunque señaló que lo ideal sería tener un policía por cada 250 habitantes, según las previsiones de las Naciones Unidas.
“Para llegar a eso necesitamos 4.000 policías más”, expresó el ministro Romero.
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