Katia Uriona, presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE)
Con un referéndum sobre estatutos autonómicos administrado y otro en marcha, para definir sí el Presidente y el Vicepresidente se postulen a una nueva reelección, la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Katia Uriona, ofrece una evaluación de gestión. Considera que el Referéndum Constitucional del 21 de febrero será un hito del nuevo Órgano Electoral Plurinacional (OEP) en la medida que permitirá demostrar independencia, imparcialidad y transparencia.
En una amplia entrevista a ANF, Uriona asegura que el actual Tribunal Supremo Electoral conformado por los vocales Antonio Costas, José Luis Exeni, Dunia Sandoval, Idelfonso Mamani, Lucy Cruz, María Eugenia Choque y su persona trabajan por garantizar principios de independencia, imparcialidad y transparencia. Auspicia que la población podrá estar segura que su voto en las urnas se verá reflejada en el cómputo final, y que el ente electoral trabaja por lograr certificación del ISO electoral bajo parámetros internacionales.
El nuevo Tribunal nació con muchos desafíos, luego de una crisis muy profunda en términos institucionales que ha significado dejar a un Órgano Electoral débil ante la credibilidad de la población, y han sido los nuevos vocales con usted a la cabeza que se dieron a la tarea de devolverle la confianza a este Órgano, que no sólo administra procesos electorales, sino sobre todo democracia. ¿Cuál es el balance de gestión que hace de estos poco más de cinco meses?
Van a ser cinco meses que cumplimos, que estamos cumpliendo esta función referida a la responsabilidad de coordinar, administrar y gestionar una tarea de tan alta responsabilidad como es de llevar procesos electorales, cómo abordar un desafío mayor sobre democracia intercultural, estos son nuestros horizontes de trabajo, pero en estos cinco meses hemos tenido una buena gestión. Si bien se plantea alcanzar el nivel más alto de confianza de la población respecto a la gestión del Tribunal, estamos en camino y van a ser todas las tareas que desarrollemos que permitirán a la población diferenciar una nueva gestión e ir constatando en los hechos cuáles son las acciones que ha desarrollado el Tribunal de cara a la independencia, imparcialidad, pero también en lo que hace a una competencia de una gestión que sea eficiente, que tiene que ver con parámetros de reestructuración interna. Hemos avanzado en todos estos sentidos porque hemos trabajado sobre la base de la administración que nos ha tocado en el primer momento, sobre el referéndum de consulta de estatutos y autonomías. Creemos que ese fue el primer momento que tuvimos que asumir, y el primero fue sobre el padrón, y se viene un proceso a más largo plazo de generar la implementación de todas las recomendaciones que se han hecho desde las diferentes misiones, toda esta etapa no sólo hemos trabajado sobre las garantías de la depuración para que la población pueda acceder de manera pública a la información estadística que hace a la mesa electoral, a los recintos y a la cantidad de población habilitada para votar tanto a nivel municipal, departamental y nacional, hecho que vamos a repetir en esta nueva consulta, y es un mensaje muy claro para que la población tenga certeza de que el padrón en términos de información estadística, y esa información que brindamos permite saber cuánta población exactamente está habilitada para votar y que ese padrón esté expresado de la manera más transparente.
En las últimas encuestas respecto a las tendencias del referéndum no sólo han mostrado las inclinaciones a favor del SÍ y del NO, también se puso en consulta la percepción ciudadana respecto a la credibilidad hacia el TSE que no es de las mejores. ¿Qué cree usted que va a cambiar la percepción hacia el lado positivo?
Creemos que hay todavía una percepción de duda de la población, pero estamos dando cada paso con certeza para alcanzar nuestras metas y que sea nuestro trabajo el que dé cuenta en función de lo comprometido, en función a lo que establece la ley, la democracia.
Hemos visto en la última encuesta que la percepción de la población sobre la confianza en el Órgano Electoral es todavía débil, todavía baja, y van a ser los resultandos de nuestra gestión de cara a los tres elementos tienen que ver con independencia, transparencia e imparcialidad pero también con una gestión eficiente en términos de procedimientos, las normativas, quienes van a devolver la confianza en la población. Un hito sin duda será la administración del referéndum del 21 de febrero de 2016, y esa será como una medida para que la población pueda reconocer en nuestro trabajo estos cuatro elementos que estamos planteando, hacia adelante tenemos seis años y esperemos que nuestra gestión vaya respondiendo paulatinamente a las señales que la población requiere para tener confianza en el Órgano como una instancia de garantía democrática. Vamos a iniciar varios procedimientos que tienen que ver con el ISO electoral que es un eje fundamental, porque es una certificación externa de los procedimientos que estamos utilizando en cada uno de los pasos de consulta en un proceso electoral. Si tenemos previsto alcanzar el despliegue de todos los mecanismos para el ISO electoral, eso le va a permitir a la población tener la constatación que no sólo lo estamos diciendo y haciendo, sino que hay mecanismos de medición externos que darán cuenta de esto. El ISO tiene la virtud de que mira cuatro elementos importantes: el primero vinculado a la normativa consistente a la administración de procesos electorales, otro eje vinculado al padrón y la garantía de su funcionamiento, hace una mirada a los procedimientos mismos del acto electoral, producción de materiales, desplazamiento, capacitación, jurados, notarios, el procedimiento que se usa y el otro eje la garantía del cómputo prioritario vinculado a la del padrón es la garantía del cómputo. Vamos a dar cuenta de estos cuatro elementos en el Referéndum 2016, pero también vamos a avanzar a un procedimiento que permita la certificación hacia adelante.
A diferencia del anterior Tribunal ustedes fueron autocríticos y después del referéndum de los estatutos se reunieron con actores políticos y medios de comunicación para evaluar las debilidades y fortalezas del referéndum de estatutos. Se pudo concluir que no hubo deliberación ni hubo el debate deseado. Cambiaron las reglas del juego, que permiten administrar el referéndum de manera más específica y equitativa, pero hay resistencia y hay muchas faltas electorales.
Yo vuelvo a apelar a que la discusión en este momento de la consulta respecto al referéndum del 21 de febrero está centrada en una consulta respecto a la modificación del artículo 168 de la Constitución Política del Estado, la población dirá si está de acuerdo en modificar o no está de acuerdo. Creo que este debe ser el centro del debate para que la población tenga todos los criterios para emitir sobre su voto informado y tomar su opción sobre la pregunta, y es posible bajo dos conceptos, debe generar una discusión de las opciones políticas, de plantear sus argumentos sobre la base de plantear sus posiciones sobre la pregunta que está en consulta.
Otra tarea será la que el Tribunal está asumiendo y profundizará en enero y febrero sobre el alcance del referéndum y de la pregunta. Los reglamentos en lo que hace al Tribunal tienen que ver con una propuesta que se ha realizado para generar condiciones respecto a la libertad de expresión, condiciones de respeto para que las campañas de las y los ciudadanos, de las organizaciones políticas sean lo más activas posibles se han quitado las regulaciones que ponían limite a esto porque esta es la base de generación de debate político, y cada quien gestione su campaña pondrá sus argumentos que permitan a la población tomar decisión. Y el otro elemento de los reglamentos tiene que ver con generar condiciones de respeto a la diversidad a la pluralidad de opiniones y de generar condiciones para que este debate tenga condiciones lo más cercanas a la igualdad, en el sentido de tener las mismas oportunidades para competir en el debate político sobre las dos opciones.
Hay cierta preocupación que quiero expresar y es que se centra en las denuncias, que es un mecanismo que el Tribunal asume competencia, cuando el debate electoral no deberían ser las denuncias, sino los argumentos políticos, los argumentos a favor de una opción u otra. Los reglamentos tienen la función de garantizar las reglas del juego para que todos estemos en las mismas condiciones de generar un debate político que permita a la población tomar una posición por cualquier de las opciones.
El Tribunal está asumiendo su competencia para que estas reglas puedan convocar a los actores políticos para su cumplimiento. Hay una vieja práctica que tiene mayores limitaciones y más bien se debería aprovechar este tiempo de campaña para la deliberación, argumentos y propuesta política porque es lo que la población va a definir. El Tribunal está desplegando los mecanismos para que esta decisión de la población esté garantizada, pero es momento de discusión sobre ideas, posiciones y argumentos.
Los reglamentos han planteado todos los elementos para que quienes estén bajo nuestra competencia, para quienes estén en el debate político puedan definir sobre esta base de reglas de juego límites, para que esos límites construyan condiciones de igualdad sobre el debate político.
La gente en la práctica todavía está generando situaciones de resistencia a las propuestas establecidas. Lo que queda de camino en enero y febrero, esto se fortalecerá en la medida en el que el Tribunal asuma competencia para el cumplimiento de lo establecido en el reglamento, estamos conscientes que debe haber un aprendizaje para cumplir las normas y el debate sea en las mismas condiciones.
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