Oración y esperanza para necesitados

Una mano de amistad plegada de esperanza fue lo que ayer se observó en el templo de la Congregación Monte de Oración, donde decenas de personas, varones, mujeres, niños y adultos mayores, que viven en situación de indigencia, acudieron a recibir la donación que preparó para esta gestión la campaña “El Buen Samaritano”.

Desde muy temprano, con ayuda de efectivos policiales y voluntarios de dicha Congregación evangélica cristiana, fueron poniendo orden para que las personas que viven en la calle en condición de indigencia tomen su ubicación para luego ingresar al templo donde serían bañados, curados de sus heridas, cortados el cabello, alimentados y salir con un lote de ropa limpia. Según los organizadores se esperaba atender a unas 3.500 personas.

El director del proyecto “El Buen Samaritano”, Henrry Alarcón, dijo que esta es una nueva oportunidad para brindar todo a las personas que se encuentran en situación de abandono. “Es un nuevo despertar para muchas vidas, porque se sienten felices y contentos cuando se les entrega un plato de comida”.

Varones y mujeres, muchos de ellos cargando a sus niños, esperaron su turno para ingresar al recinto donde en primera instancia los registran para saber por dónde transitan y les dan un número, luego la foto, mientras hacen fila, un vaso de chocolate para aplacar el hambre; luego pasan a otro ambiente donde se los baña, claro por separado, posteriormente se les entrega ropa limpia y luego a la peluquería, donde una veintena de peluqueros hacen demostración de sus habilidades con las tijeras y recortan al pedido del cliente. Muchas de las mujeres piden maquillaje.

Luego está la revisión médica y de ahí al salón donde muchos colaboradores de la congregación realizan charlas con estas personas para aplacar su dolor y motivar para que dejen, en muchos de los casos, el vicio del alcohol y las drogas en especial de la clefa. Antes de abandonar este lugar reciben un plato de picana y al salir una bolsa conteniendo diversos artículos para la higiene personal.

Cargando a sus dos hijas, doña Clementina llegó hasta el Monte de Oración para que le regalen ropa. Ella dice que por falta de apoyo de su marido es que busca lo que puede encontrar en la calle. “No he conseguido trabajo y busco en la calle lo que me sirva para llevar a mi hogar”.

Demetrio Q. dice que vive en la calle varios años. “He perdido a mi familia no tengo trabajo, aquí me dan ropa y comida que lo agradezco”.

Niños en toda su inocencia de la realidad que viven, disfrutan por un par de horas de la atención y el cariño que les brindan los voluntarios quienes les regalan juguetes y los distraen con la actuación de payasos que se suman a esta campaña.

La coordinadora general de esta campaña, Carmen Martínez, hizo un llamado a la población reflexionando en sentido de que el consumo de alcohol y la droga no mira la condición de clase social, de las personas. “Por eso deben conmoverse, por eso les pido que traigan un aporte para que la gente que viene donde nosotros salga cambiada”.