CELEBRITIES
En la cumbre de la fama no hay sitio para todos. Y durante 2015 estas estrellas de la pantalla acumularon fracasos y vieron cómo su suerte se había terminado.
A todos nos ha pasado alguna vez. Entramos en un ascensor cuando están a punto de cerrarse las puertas y un irritante pitido nos indica que el ascensor no va a moverse porque hay demasiadas personas dentro. Alguien tiene que salir, ¿pero quién? El silencio incómodo dura pocos segundos, en los que la mujer que lleva un bebé, el chaval de las muletas y la vieja recién llegada tienen la certeza de que no se van a mover. Finalmente nos rendimos y abandonamos el ascensor para permitir que la vida siga sin nosotros. “No os preocupéis, seguid sin mí, estaré bien”.
Pues Hollywood es como un gran ascensor en el que todo el mundo quiere entrar, pero no hay sitio para todos. Para que haya nuevas estrellas otras viejas glorias deben rendirse y muchas aspirantes frustradas a estrellas han de asumir que si no les ha llegado ya la fama, nunca sucederá. En su lugar, deben subirse a otro ascensor. Uno que sólo va a hacia abajo, hacia un sótano lleno de papeles episódicos en CSI, anuncios de teletienda y detenciones por conducción bajo los efectos de sustancias ilegales.
KEIRA KNIGHTLEY
A sus 30 años, Keira es una momia para los estándares de Hollywood. Su condición de reina del corsé tiene fecha de caducidad como la tuvo antes para Emma Thompson, y aceptar papeles como el de Jack Ryan. Operación sombra o Everest, en el que se pasa toda la película en pijama y con cara de “creo que me he dejado el gas abierto” no ayudarán a revitalizar su carrera. Aun así lo peor que le ha pasado a Keira es la aparición de Daisy Ridley, la heroína de El despertar de la fuerza, que es 7 años más joven, puede hacer personajes contemporáneos y es exactamente igual que Keira pero sí es dueña de su mandíbula.
GWYNETH PALTROW
Gwyneth fue Anne Hathaway antes de que Anne Hathaway se diese cuenta de cuánto se gustaba a sí misma. Su estudiada simpatía y sus consejos para la vida (como si ella no tuviese un hijo llamado Apple) denotan que Gwyneth está bastante encantada de conocerse a sí misma. Sus apariciones en el universo Marvel como la novia de Tony Stark la han mantenido a flote económicamente, pero no a nivel de imagen: nadie recuerda de que Paltrow salía en Iron Man ni Los Vengadores. Este año, Mortdecai ha supuesto 100 millones de dólares en pérdidas. La culpa no es sólo de Gwyneth, ahí también había veneno para la taquilla como Ewan McGregor o Johnny Depp sin maquillar, pero la carrera de la actriz es demasiado errática y está a dos fracasos más de protagonizar CSI Wisconsin.
JULIETTE LEWIS
¿Hay algo peor que ser abandonada por Brad Pitt? Sí, ser la novia de Brad menos famosa de todas. No hay ascensor que equipare la trayectoria de Juliette con la de Aniston, Paltrow y Jolie. Juliette Lewis ha tenido cierta tendencia a la desgracia toda su vida: trabajó con Kathryn Bigelow en Dias extraños antes de que la directora se convirtiese en el fenómeno que es hoy, interpretó a una deficiente mental en Aprendiendo a vivir y no la nominaron al Oscar y este año se ha resignado a hacer de mala en Jem y los Hologramas, la adaptación de rebajas de la serie de televisión de los 80. ¿Hay algo peor que ser abandonada por Brad Pitt y encadenar fracasos hasta participar en una comedia de tercera para niñas? Sí, la película bata el récord de “desaparición de los cines más rápida de la historia” tras sólo dos semanas en cartel.
LA FAMILIA HEMSWORTH
Ahora que se ha acabado la saga Los juegos del hambre podemos dejar de fingir que Liam Hemsworth le importa a alguien. Hemsworth se ha pasado 4 años viajando por todo el mundo para promocionar la franquicia, a pesar de que su personaje (Gale) podría ser eliminado de las cuatro películas sin afectar en absoluto a la trama. Y todo porque al principio Los juegos del hambre quiso aprovechar el tirón del trío romántico de Crepúsculo.
Ahora el cuñado de Elsa Pataky tendrá todo el tiempo del mundo para ser guapísimo y gastarse bromas por Instagram con su hermano Chris, quien por cierto ha protagonizado dos fracasos millonarios (Black Hat. Espionaje en la red y En el corazón del mar) que insinúan que, más allá de Thor, Chris Hemsworth no atrae a nadie a las salas de cine.
JENNIFER LOPEZ
J-Lo no dejará de ser una estrella en toda su vida, porque es demasiado lista. No es que haga nada particularmente bien, pero no tiene vergüenza alguna. Su carrera como actriz lleva años cuesta abajo, aunque a ella no parece importarle porque ya se le ocurrirá alguna forma nueva de seguir siendo famosa. Lejos queda aquel récord de 2002, cuando logró ser el primer artista en tener una película, un disco y un single en el número 1 a la vez y razón por la cual probablemente Barbra Streisand asesinó a su asistente con sus propias manos. Obsesión (un sexythriller homenaje a los 90) y Lila & Eve (un drama social) han hundido un poco más una filmografía cuyos últimos éxitos (Bailamos y La madre del novio) son carne de domingo por la tarde desde hace varios años.
SHIA LABEOUF
Sí, todos hemos hablado de él durante 2015 gracias a All my movies, esa performance artística en la que LaBeouf se pasaba 72 horas seguidas en un cine viendo toda su filmografía. Una aparente estupidez (como todas las performances) que sin embargo nos tuvo fascinados durante esos tres días. Tras varios minutos observando a Shia mirarse a sí mismo, nos dábamos cuenta de que sí, lo que estaba sucediendo era un ejercicio de arte audiovisual y emocional difícil de explicar. Por eso Shia ya no es una estrella de cine, sino algo diferente. Es un icono cultural del siglo XXI, sea lo que sea lo que eso signifique.
CAREY MULLIGAN
A Carey no le gusta demasiado trabajar. Desde su descubrimiento en An Education, la actriz se ha camuflado en películas de autor cuyo éxito o fracaso nunca dependería de ella: Shame, Drive, El Gran Gatsby y A propósito de Llewyn Davis han sido astutos vehículos para ser una actriz de culto sin exponerse al fracaso. Ese año la hemos visto en Lejos del mundanal ruido y Sufragistas, aunque “la hemos visto” es una forma de hablar. Nadie ha prestado atención a ninguno de estos dos papeles, los primeros protagonistas que Carey ha hecho en 5 años, si no es para criticarlos. Ella, no obstante, sí ha hecho un buen trabajo en ambas, lo cual podría salvar su futuro si no fuera tan vaga. Ahora mismo Carey Mulligan no tiene ni una sola película para 2016.
WILL SMITH
Cuando se ha estado tan alto como Smith (ostenta varios récords, como el de ser el único actor con 8 películas consecutivas por encima de los 100 millones recaudados) la caída nunca podrá ser repentina. Smith es demasiado profesional y dedica mucho tiempo y energía a promocionar sus películas, lo cual le llevó al Libro Guiness por asistir a tres premieres internacionales en menos de 24 horas. Su compromiso promocional le trae siempre a El hormiguero, donde Pablo Motos se comporta como si fueran mejores amigos y siempre bate récords de audiencia.
Dicho esto, su carrera necesita un éxito que se le sigue resistiendo. After Earth fue ridiculizada por todo el mundo que la vio (no fueron muchos), y Focus le ha colocado como uno de los actores menos rentables según la revista Forbes: por cada dólar que recibió, Smith sólo generó 8.60. Su próxima película, Concussion. La verdad duele, ha sido recibida con indiferencia por la crítica, a la espera de que el público o una nominación al Oscar la salven. En 2016 veremos si su negativa a aparecer en Independence Day 2 fue una buena idea. El escuadrón suicida, primera película de Will Smith donde no es el protagonista absoluto desde 1996, parece ocultar su presencia en el tráiler. No obstante, este bache no es nada que el carisma y la eficiencia de Smith, combinados con Dos policías rebeldes III y Dos policías rebeldes IV, no puedan superar. Y si no, siempre podrá retirarse y vivir de sus hijos.
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