Los ataques de París y San Bernardino llevaron a las autoridades estadounidenses a elevar el nivel de alerta a las puertas de las Navidades, informa Manuel Erice. Por primera vez desde su creación en 2011, el pasado 16 de diciembre el departamento de Seguridad Nacional activó el llamado sistema antiterrorista de avisos, que ha "flexibilizado al máximo" la información a los ciudadanos para que puedan hacer frente a "posibles ataques de personas radicalizadas". La pretensión es que el sistema se mantenga activo al menos seis meses.
Ante posibles ataques como el que acabó con la vida de 14 personas en California, a manos de un matrimonio radical islamista, muestra su "preocupación" por acciones de "extremistas violentos, sobre todo en los lugares públicos más concurridos".
En el boletín, distribuido por correo y por los medios de comunicación, se pide a los ciudadanos que informen a los agentes de posibles "paquetes o bolsas sospechosas", así como de "signos de potencial radicalización hacia la violencia" de personas concretas. Además, está anunciado un "especial refuerzo" para el día de fin de año en los lugares más concurridos de las grandes ciudades, en coordinación con las fuerzas de seguridad locales.