El mundo despidió al año 2015 y recibe entre celebraciones el 2016. Se dejó atrás un año de turbulencias políticas para entrar en otro que se avecina igual de complicado. La crisis de los refugiados en Europa o la guerra en Siria son temas latentes, pero conforme el año avance, el foco informativo se irá hacia Estados Unidos, donde en noviembre habrá elecciones presidenciales.
Pero sea lo que sea, lo que nos depare el año 2016; la noche del 31 de diciembre fue para celebrar. Los primeros en recibir al nuevo año han sido los habitantes de Samoa y posteriormente para el resto de habitantes de Nueva Zelanda, Fiyi y Tonga. Las autoridades neozelandesas han ornamentado los edificios más emblemáticos del país para la ocasión y algunos, como el Sky Tower en Auckland, una torre de 328 metros de altura, ofrecerá durante la Nochevieja cuatro horas de actuaciones, incluidos rayo láser y fuegos artificiales.
En Filipinas es tradicional un estruendoso recibimiento con petardos y fuegos artificiales para espantar a los malos espíritus. Otra tradición allí es poner en la mesa un frutero con doce frutas distintas, tienen que ser todas redondas, como símbolo de que se recibirá prosperidad durante los próximos doce meses.
A pesar de la alegría, la Nochevieja fue sometida a fuertes medidas de seguridad, especialmente en Europa, donde los servicios de inteligencia vienen alertando de posibles atentados en zonas emblemáticas de las grandes ciudades.