Yatiris predicen un año feliz

Al reiniciarse las actividades laborales en el año que comienza, dije en tono severo a mi pupila periodística que ella permanecería ratificada en sus funciones de corresponsal de nuestra oficina periodística en el Palacio Real de la plaza Murillo; la cholita cochabambina agradeció mi decisión, pero dijo que no se constituiría en el lugar de sus funciones mientras no consultara acerca de su porvenir anual con nuestros amigos yatiris Calimán, Mandrake y Titirico, a quienes ya había convocado y hacían antesala en nuestras oficinas.

Aunque mi fe católica me separa abismalmente de estos brujos aymaras, confieso honestamente ante mis lectores que suelo consultar con ellos en materia de cholas y de embrujos para conquistarlas, por lo cual en el caso de mi reportera Macacha me pareció pertinente.

Para dotar a esta sesión de una mayor importancia, pregunté a los brujos si ellos utilizaban unas bolas de cristal para escudriñar el futuro de personas y colectividades, burlándose los yatiris de mi ocurrencia, aclarándome que ellos eran brujos modernos y discípulos predilectos de nuestro canciller David Choquehuanca, argumento irrebatible que despejó todas mis dudas respecto a su saber sobrenatural.

Comenzó hablando el yatiri Calimán, quien reveló por vez primera a dos periodistas (Macacha y yo) que el inamovible ministro de Economía y Finanzas, señor Luis Arce Catacora, no pertenece a la escuela de Harvard, ni a la Chicago y menos todavía a la londinense donde nació el liberalismo, sino a la Escuela de Yatiris del ministro Choquehuanca, eminente descubridor del sexo de las piedras, quien sostiene que el año que comienza será de plena bonanza, lo cual nos sorprendió y alegró mucho.

El yatiri Mandrake se refirió al bienestar político que envolverá a todos los bolivianos partidarios de Evo y Álvaro después del Referendo del mes de febrero. Cuando pregunté al yatiri Titirico a cuánto ascenderá la deuda pública unida a la deuda privada, el brujo aymara se calentó, respondiendo torpemente: “Y a ti, viejito, qué te importa, si todos esos millones de dólares los tendrán que pagar tus nietos, bisnietos y tataranietos…”, pensando para mis adentros: “Eso me pasa por preguntón…”.

Sin embargo, la exposición de los yatiris satisfizo plenamente a Macacha, quien vio al año que comienza como muy esperanzador y por lo cual me insinuó que será una mujer profesional muy feliz, volviendo desde mañana a su fuente de información en el Palacio Real de la plaza Murillo, porque los yatiris le aseguraron que el presidente vitalicio Evo seguirá gobernando por muchos años más, lo cual la puso muy contenta, mientras yo me sumía en una honda preocupación.