Arabia Saudí ha ejecutado ayer al clérigo chií, disidente de Nimr Baqr al Nimr, junto a otros 46 reos acusados de terrorismo, según informó el Ministerio del Interior. La decisión de incluir al jeque Al Nimr, al que observadores occidentales confiaban en que se conmutara la condena a muerte, supone un duro golpe para la minoría chií del reino y agrava las tensiones sectarias en la región. Irán, Irak y el Hezbolá libanés han condenado la medida, mientras que en varios países se han desatado protestas.
“El mensaje que envía la ejecución del jeque Al Nimr es que las autoridades saudíes no toleran tipo alguno de oposición ni de peticiones de reforma, sin distinguir si se hacen de forma violenta o pacífica”, explicó el disidente Ali Adubisi, que dirige la Organización Europeo-Saudí para los Derechos Humanos (ESOHR). (Agencias)