Cumbre Judicial deberá hacer un diagnóstico de la justicia

La encargada del Consejo de la Magistratura en La Paz afirmó que la Cumbre Judicial, si bien no va a resolver el tema de la crisis en la justicia, lo que podrá hacer es un diagnóstico de cómo marchar y observar las dificultades o debilidades en este poder del Estado.

“No, creo que en la Cumbre Judicial se van a ver las deficiencias, las dificultades de toda la parte judicial, sin embargo, se debe plantear en esa cumbre no solamente observar las dificultades o debilidades, sino fortalecer con un solo pensamiento que presenten todas las entidades, de que la renovación integral desde sus propios despachos deben salir”, sostuvo.

Pero aclaró que un aporte importante es el que deben dar las instituciones del Estado así como de la sociedad civil, para resolver un problema que en la actualidad aqueja al Órgano Judicial, como es la crisis en que está sumida, a consecuencia de los constantes casos de corrupción o la retardación de justicia.

La crisis en la justicia ha sido cuestionada no sólo por la sociedad civil, sino por las propias autoridades del Estado, como el Presidente y Vicepresidente, quienes fueron duros al referirse al Órgano Judicial e incluso plantearon el cambio profundo.

En criterio de Limachi, el problema de la justicia deviene desde el inicio en la creación de los tribunales y se ha ido deteriorando con el tiempo y no se realizó un planteamiento o estrategia que tenga efectividad y pueda ser innovada.

“Al no existir un plan nacional se ha ido deteriorando la con relación a los servidores públicos, siendo que su funcionalidad debería de ser el servicio directo y en beneficio en favor de quienes están litigando”, señaló.

Para la magistrada, el plan nacional debería ser una estrategia preventiva para así llegar a un cambio difícil, pero se puede realizar con estrategias y los actores de estos cambios deben ser todas las entidades del Estado, incluidas de la sociedad civil.

En criterio de Limachi, todas las esferas de la sociedad, en especial de la familia, cuando en ella no se respetan ciertos principios con valores y principios ético-morales, se tienen debilidades y eso vulnera los mismos y va a tender a la delincuencia.

“Al no tener los valores y principios, varios de los servidores no están alejados de la sociedad, están fácilmente susceptibles para corromperse, a realizar acciones que posteriormente puedan perjudicar a terceras personas, en este caso a los litigantes y solamente pensar en su bienestar y no así en la verdadera justicia como funcionarios del estado”, señaló.