Cinco personas sentenciadas en caso de hermanos Peñasco

La jueza Quinto de Sentencia en lo Penal, Elisa Lovera, determinó sentenciar a cinco de los nueve acusados por la muerte de los hermanos Peñasco, ambos periodistas.

Los sentenciados son Claudio Merma Condori, autor del hecho, con una pena de 25 años de privación de libertad; como cómplices Esteban Nina, Noemí Nina Pati y Amalia Nina Pati, cada uno con una sentencia de 12 años; y Javier Pinaya con ocho años de detención.

Por su parte, el fiscal Harold Jarandilla dio a conocer que las cuatro personas restantes fueron absueltas, luego de establecerse que no participaron en los dos asesinatos, pese a ser familiares y parte de la misma organización de los ahora sentenciados.

El 25 de febrero de 2012 fueron encontrados los cuerpos sin vida de Verónica (36) y de su hermano Víctor Hugo (32) Peñasco Layme, en un barrio de la ciudad de El Alto, cerca de la carretera que conduce a la frontera con Perú. La mujer era jefe de prensa de radio San Gabriel y su hermano trabajaba en la emisora privada Pachaqamasa. 

Ambos fueron víctimas de cogoteros, cuando se trasladaban a sus fuentes de trabajo en un minibús de transporte público. 

INVESTIGACIÓN

El fiscal Jarandilla, quien fue el cuarto investigador designado por el Ministerio Público y el que logró concluir el caso obteniendo una sentencia, explicó a EL DIARIO que durante el proceso de investigación, la triangulación de llamadas telefónicas fue el elemento primordial para dar directamente con los responsables del delito y determinar el grado de responsabilidad en el asesinato.

De acuerdo con el relato, uno de los peritos utilizó un sistema de triangulación geográfica de desplazamiento físico de personas, basado en sus comunicaciones por celular, lo cual condujo a la detención de cinco sospechosos del delito.

“Recordemos que las personas implicadas, ahora sentenciadas, desde un principio han negado el delito en las cerca de 50 audiencias desarrolladas donde ellos eran los implicados, por el contrario han logrado dilatar el proceso hasta que finalmente se definió la sentencia en la noche del martes, donde se concretó el castigo para cinco de los nueve implicados”, aseguró Jarandilla.

Si bien los ahora sentenciados tienen derecho a recusar la sentencia en una instancia superior, los mismos deben enfrentar, en la actualidad, un segundo proceso por tentativa de asesinato, mismo que fue denunciado por una de las primeras víctimas de la asociación delictuosa en la madrugada del 25 de febrero del 2012.

La persona que impulsa el proceso de los hermanos Peñasco Layme fue quien reconoció a toda la asociación delictuosa que operaba al interior de un minibús de transporte público, “cogoteando” a ocasionales pasajeros.

La participación de este testigo permitió establecer quien fue el principal implicado en la muerte de los hermanos.

“Las declaraciones de los testigos y la declaración de cada uno de los implicados identificó a Claudio Merma como la persona que estrangulaba a sus víctimas, para luego echarlas en alguna vía o zona deshabitada. Mientras que las otras personas implicadas se hacían pasar como pasajeros y cuando la persona fallecía o quedaba inerte, lograban quitarle todas sus pertenencias”, detalló.

Cabe recordar, además, que el 14 de mayo de 2012 se informó sobre la detención de Esteban Nina y Javier Pinaya, como los sospechosos de la muerte de los periodistas, porque ellos habían recibido llamadas y recargas de crédito en el celular de Verónica Peñasco, horas después de su muerte.

“El día del suceso hubo un cruce de llamadas del teléfono de la señora Verónica Peñasco, del cual se hace la primera llamada de trasferencia de crédito de Bs 10 a las 07:20 a favor del número que corresponde a Esteban Nina. Asimismo, a las 07.31 se hace otra transferencia correspondiente a Javier Pinaya”, según dio a conocer quien fue director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), coronel Jorge Toro, en mayo de 2012.

Desde la muerte de los hermanos Peñasco, se desarrollaron varios operativos policiales, deteniendo y desbaratando más de cinco organizaciones criminales en esta urbe, pues ejercían similar de operación, “cogoteando” y sustrayendo objetos de valor a sus víctimas al interior de vehículos de servicio de transporte público. Sin embargo, hasta la fecha sólo estas cinco personas recibieron sentencia por el asesinato de ciudadanos alteños.