Expertos: Estrategia chilena intenta contener ímpetu de causa boliviana

La designación del embajador especial chileno en misión para el litigio marítimo, Gabriel Gaspar, que recientemente visitó nuestro país, es parte de una estrategia que sólo intenta contener el ímpetu y fuerza de la causa boliviana en el contexto mundial, coincidieron en afirmar analistas en el tema.

Para el investigador Víctor Hugo Chávez, la visita del embajador trasandino es parte de una estrategia, la misma que consiste en pedir a Bolivia el restablecimiento de relaciones diplomáticas sin condiciones, rotas no por el tema marítimo sino rotas en 1962 por el desvío del río lauca.

“El (Gaspar), supuestamente conocía cuál es la respuesta boliviana, que mientras se reestablecían las relaciones, estaban supeditadas a la resolución del pedido que Bolivia tiene de acceder a las costas del Pacífico, debido a que la demanda instaurada en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) no es una demanda marítima sino una eminentemente de diálogo”, enfatizó.

También aseguró que Bolivia, casi de manera instintiva, a través del canciller David Choquehuanca, le respondió que puede ser considerado el pronunciamiento trasandino, obviamente, supeditado a que el tema marítimo sea solucionado. Acotó que esa declaración de la máxima autoridad de la Cancillería boliviana, Chile, adecuando la respuesta a su conveniencia, va a interpretarlo como una negativa al propio diálogo que Bolivia busca conseguir.

EXCANCILLER LOAIZA

Por su parte, el excanciller boliviano, Armando Loaiza, manifestó que la visita de Gaspar a Bolivia representa una contraofensiva mediática que responde a la dura desaprobación que recibió el Gobierno trasandino con el fallo de la Corte de La Haya sobre la causa marítima.

“Es una contraofensiva mediática que responde, no quiero decir al fracaso, pero sí a la dura desaprobación que ha recibido Chile con el último fallo en La Haya”, dijo Loaiza, refiriéndose a la decisión de la CIJ de asumir competencia para resolver el fondo de la demanda, tal como esperaba nuestro país.

Bolivia acudió a este organismo dependiente de Naciones Unidas, para que obligue al Estado chileno a negociar una salida soberana al océano Pacífico, aunque el país vecino niega insistentemente que tenga temas pendientes respecto a esta querella.

Bolivia desplegó e intensificó una ofensiva diplomática y mediática para lograr el apoyo y expresiones de solidaridad a la causa marítima. El presidente Evo Morales contrató un equipo de abogados internacionales, nombró al expresidente Eduardo Rodríguez como agente ante la CIJ y luego invitó al exmandatario Carlos Mesa a sumarse como vocero, labor que ha sido cumplida a cabalidad.

EXMINISTRO SAN MIGUEL

El exministro de Defensa, Walker San Miguel, en una de sus columnas publicada el viernes pasado en un medio escrito local, hizo referencia a la sorpresiva visita al país del nuevo Embajador que nombró el Gobierno chileno para explicar la posición de Santiago en el diferendo marítimo con Bolivia y, además, efectúa un análisis de la sorpresiva llegada de Gaspar.

Asimismo, menciona que esa visita es nada más que un intento por contener la fuerza de la causa nacional en el contexto mundial y que Chile había apostado firme y decididamente a impugnar la competencia de la CIJ bajo otra de las frases bastante conocidas: “Chile no tiene asuntos pendientes con Bolivia”.

Sin embargo, hace hincapié que hoy gobierna en Chile nuevamente la presidenta Michelle Bachelet y que Gabriel forma parte de ese gobierno. En ese marco, refirió que el diplomático habló que Santiago ofrece reestablecer relaciones entre ambos países “aquí y ahora”, parafraseando así al expresidente Ricardo Lagos.

A juicio de San Miguel, quizá esa frase vertida por Gabriel podría convertirse en el umbral de un proceso de negociación, que más temprano que tarde se instalarán entre los dos Estados, para resolver el centenario enclaustramiento de Bolivia.

VOCERO BOLIVIANO DE LA DEMANDA

Desde el punto de vista del  vocero de la demanda marítima, Carlos Mesa,  “Chile ha entrado al juego de Bolivia”, al referirse a la estrategia chilena para contrarrestar el trabajo efectuado por el equipo jurídico nacional en La Haya, a la cual considera similar a la utilizada por el Estado boliviano.

En una entrevista con radio Fides dejó en claro que el canciller Heraldo Muñoz ha entrado en el juego y eso ha generado desconcierto, y que paralelamente a esas declaraciones hubo acciones, al punto que Chile afirmó que no va a buscar adhesiones internacionales. “Claro, porque no las va a encontrar”, indicó el expresidente.

Dejó en claro que Chile está copiando el modelo boliviano de estrategia, porque se dio cuenta de que su táctica estuvo equivocada, además indicó que en Chile no “sacaron” al canciller Muñoz, pese a la derrota ante La Haya, porque el vecino país pretende vender la imagen de cohesión y éxito a la opinión pública. 

“Muñoz ha sido, con ventaja, el ministro con mayor respaldo (en Chile) precisamente por su actitud dura con Bolivia (…). Quien es responsable del resultado obtenido (ante CIJ) es sin duda el Ministro de Relaciones Exteriores”, apuntó.

CONFLICTO VERBAL MORALES-MUÑOZ

Como era de esperar, luego de la visita del Embajador chileno en misión especial a Bolivia, nuevamente surgieron los intercambios mediáticos de autoridades bolivianas y chilenas en torno al conflicto marítimo. Esta vez fue el presidente Evo Morales quien se dirigió al canciller chileno, Heraldo Muñoz, para preguntarle “¿Quién obligó a Chile a robarnos el mar?”, a propósito de las afirmaciones del diplomático chileno quien dijo que nadie le obligará a su país ceder parte de su territorio.

El Jefe de Estado, en conferencia de prensa realizada en Tiquipaya, recordó los tratados que se suscribieron con el vecino país, previos al Tratado de Paz y Amistad de 1904.

“Si repasamos la historia de Bolivia y Chile antes del Tratado de 1904, hubo tres tratados: de 1820, de 1870 y de 1874, el ultimo tratado antes de la invasión de Chile a Bolivia de 1879. Yo le pregunto: ¿Quién les obligo a robarnos el mar, a quitarnos 400 kilómetros de costa y 120 kilómetros cuadrados de territorio boliviano?”, interrogó el Mandatario.

Prosiguió con los interrogantes a Muñoz: “¿En el derecho internacional está permitido invadir países para quitarles territorio?”.

Para Morales, la postura mostrada por el canciller Muñoz no representan el sentir del gobierno de Michelle Bachelet y tampoco del pueblo chileno.

Como es su costumbre, el jefe de la diplomacia chilena, Heraldo Muñoz, reiteró que no existen temas territoriales pendientes con Bolivia y señaló que cada vez que su gobierno pretende restablecer conversaciones, la autoridades bolivianas “hablan del pasado”.

“Hay muchas cosas pendientes y eso debiéramos hacerlo a partir de una mirada del siglo XXI porque cada vez que conversamos con Bolivia nos hablan del pasado, nosotros quisiéramos hablar de futuro con nuestro vecino”, sostuvo el canciller.