Los afiliados al transporte urbano nuevamente atentaron contra el derecho al trabajo de ciudadanos, bloquearon algunas vías generando congestionamiento vehicular y en otros sectores cometieron excesos contra los usuarios y transportistas.
Los dirigentes sindicalizados megáfono en mano y con carteles pretendían imponer por la fuerza la tarifa de Bs 2. Esta determinación fue rechazada por la ciudadanía, debido a que este sector no cumple con sus compromisos, continúa el mal servicio con vehículos inadecuados, (viejos y con poco espacio), no respetan las señalizaciones y sigue el maltrato contra los usuarios, además de persistir los trameajes en diferentes zonas de La Paz y El Alto con tarifas arbitrarias.