La derrota siempre ha sido amarga

Algunos parlamentarios del país vecino expresaron sus temores ante la posibilidad de que la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, asuma un fallo favorable para Bolivia, en el tema marítimo, cuya demanda fue elevada a esa instancia, hace más o menos dos años, por decisión gubernamental.

La versión no es un invento nuestro, sino que se hace eco de las afirmaciones formuladas por los senadores chilenos Ignacio Walker y Andrés Allamand, que emprendieron una gira por países europeos, con el afán de contrarrestar los argumentos jurídicos e históricos de la demanda marítima boliviana.

“Queremos trasladar a la comunidad internacional los peligros de un eventual, aunque improbable, fallo a favor de Bolivia”, señaló el parlamentario chileno Ignacio Walker (EL DIARIO, 1/12/2015).

La gira internacional, de carácter informativo, cumplida por los indicados señores, responde a la necesidad de reforzar la política exterior chilena, ante el rotundo fracaso de dicho país en la etapa preliminar de la demanda marítima boliviana, en los estrados del tribunal de la ONU. Pues los representantes diplomáticos acreditados por la Moneda ante la Corte Internacional de Justicia no salieron, esta vez, airosos sino devastados y abochornados, por sus propios compatriotas. Y tuvo que dimitir el agente Bulnes. La derrota en la guerra, en el amor y en la diplomacia, siempre ha sido amarga.

Por lo visto Chile tiene serios problemas, en el ámbito no sólo internacional sino interno, como consecuencia de la causa boliviana. Y el aislamiento de que es objeto ahora, por ese motivo, en la comunidad de naciones del mundo, es por demás evidente.

Bolivia, como bien conoce la opinión pública, cuenta hoy como ayer con el apoyo de las naciones latinoamericanas y del mundo, en el histórico propósito de recuperar su cualidad marítima, arrebatada por la invasión de 1879. En la década del 70, del siglo pasado, por decir un ejemplo, Venezuela ofreció su apoyo decidido a la causa marítima. Entonces el país hermano estuvo gobernado por Carlos Andrés Pérez. La misma actitud asumió el presidente Hugo Chávez en el pasado reciente. Venezuela siempre estuvo identificada con el clamor boliviano de recuperar su soberanía en el Pacífico.

Lo interesante es que el propio presidente Hugo Banzer Suárez visitaba diferentes países despertando la solidaridad al respecto. Y hoy similar acción cumple nuestro dignatario de Estado. Es decir una labor de concientización de la demanda marítima que radica en La Haya.

“No fuimos a recibir condecoraciones sino a conseguir, de parte de los gobiernos de los países que visitábamos, una declaración concreta, categórica y firme del reconocimiento de nuestro derecho y de nuestra necesidad”, afirmó el presidente Banzer ante la “Primera Reunión de Coordinación de Embajadores Bolivianos”, que sesionó en La Paz en marzo de 1975.

En suma: el miedo cunde no sólo en las esferas parlamentarias de Chile sino entre los inquilinos coyunturales de la Moneda ante un posible fallo favorable de la justicia internacional en el caso marítimo promovido por Bolivia. Entre la oligarquía, en particular, que no quiere perder sus privilegios.