Encuestas en aprietos

Las encuestas hechas para detectar la predisposición de la gente frente al referéndum de febrero han comenzado a mostrar problemas, como la extraña aparición de “votos secretos” o la más extraña desaparición de otra encuesta.

Que los encuestados se pongan de acuerdo para crear una categoría en una encuesta es algo jamás visto en la doxometría, pero ha ocurrido en Bolivia, donde todo es posible.

La fórmula para lograr semejante portento podía haber servido a los mestizos que pugnaban porque se los reconociera como tales en un censo, pero no pudieron hacerlo. No se les ocurrió. Y dejaron de existir.

La encuesta que desapareció es más extraña todavía, porque dos medios de comunicación muy importantes, aunque del mismo propietario, habían anunciado que la difundirían, pero algo pasó que decidieron callar en siete idiomas. Y parece que no era un ardid de suspenso. Ni una palabra.

Pero quienes dispusieron ocultar la encuesta olvidaron cubrir todos los huecos y los detalles se filtraron. Las redes sociales difundieron y disfrutaron de la encuesta.

No la vamos a difundir porque se supone que se trata de un trabajo elaborado por encargo, lo que significa que es propiedad intelectual ajena. Y eso se debe respetar.

Lo que no está bien es que el director de la empresa que hizo la encuesta proscrita haya sido despedido del cargo. Y era un profesional muy calificado. Razones secretas.

Lo que queda es estar atentos a las reacciones de los actores principales, porque algo se puede detectar de esos indicios.

El presidente Evo Morales ha dicho, a las pocas horas de la encuesta prohibida, que si llegara a ganar el No, “tenemos que irnos callados”.

Ojalá Nicolás Maduro razonara de igual manera, pero no; parece que estos principios de ética de Morales no los tiene el venezolano.

Hay que aclarar que eso de “nos iremos” quiere decir que se iría el año 2020, en enero. Para siempre. Salvo que se sintiera muy ofendido en el orgullo y tomara este referéndum como revocatorio y quisiera irse de inmediato, lo que provocaría un conflicto, con sucesiones y todo lo demás. Todo un embrollo.

Me queda una curiosidad. ¿Qué dirán las encuestas que la empresa norteamericana hace para el gobierno? No se las difunde jamás. Y no incluyen votos secretos.

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