La feria de las ilusiones

Por las calles de las promesas se llega a la Feria de las Ilusiones. Esta conclusión que parece poética me tiene preocupado al observar el mundo interior de mi discípula periodística, quien cotidianamente me transmite algo de su ser interior al comunicarme lo que sucede en el Palacio Real de la plaza Murillo.

Cada jornada observo que la cholita valluna, al igual que la mayoría de las cholitas y los cholitos de nuestro país que es mestizo, es introducida a un mundo quimérico donde los mercaderes políticos nos ofrecen un país inventado, hecho de trampas financieras, cifras aumentadas o disminuidas a su antojo y caminos de grandeza que nos conducirían a estar con los adelantados del sur de nuestro continente.

A ratos pienso que soy un poco culpable de que algunos jueguen con sus ilusiones de que el quinquenio 2020-2025 transformará nuestra realidad como país, porque fue mía la decisión de convertir a mi comadritay en mi corresponsal palaciega, pero mis golpes de pecho arrepentido ya son vanos y tardíos, pues Macacha cree en la transformación de nuestra realidad el próximo año 2025.

La cholita cochabambina nacida en Quillacollo y este viejo periodista convinimos en que hoy (antes del carnaval del año 2016) y por días antes de la primera década gubernamental del ciudadano Evo Morales, vivimos el Tiempo de las Promesas y que éstas dependen de nuestra votación del día del referendo.

Sin pelearnos, la periodista Macacha viuda de Racacha y el periodista de marras que soy yo, Paulino Huanca, más conocido como Paulovich, convinimos en que estamos viviendo el Tiempo de las Promesas, en el cual podría valer el viejo aforismo paceño y cochabambino que dice: “Prometer hasta meter, y después de metido, nada de lo prometido”. Mañana, allá por los años 2025 y subsiguientes comenzarán las realizaciones. De esta manera concertamos nuestro entendimiento con mi discípula periodística.

Mientras tanto, ella y yo nos comprometemos a considerar como simples anhelos patrióticos los trenes eléctricos que transformarán Cochabamba y Santa Cruz, la planta nuclear que construiremos con la colaboración de Irán en la ciudad de El alto, la unión vial de los puertos sobre el Atlántico y el océano Pacífico, la construcción y puesta en marcha de nueve hospitales de Tercer Nivel, una Acería en el Mutún, en Puerto Suárez y un Complejo Industrial en Uyuni, sobre la base de nuestra riqueza de litio.

Sobre los puntos ya enunciados continuará mi trabajo periodístico en sociedad con mi comadritay, chuncuy, chunquitay y palomitay Macacha.