Reflexiones para gobernantes

Los acontecimientos políticos en Bolivia corroboran cada vez más que se necesita de todos sus componentes sociales y que participen activamente, considerando los propósitos que tiene la humanidad, aportando con sus iniciativas y acciones, en la medida de sus posibilidades. La época transcurrida desde las revoluciones de la independencia y otras debe motivar reflexiones sobre el desarrollo de los acontecimientos en la turbulenta vida republicana. Se ha producido un viraje.

No se puede desconocer que hubo reformas revolucionarias en nuestro país, que llevan implícito un colosal potencial que exige participación. Es importante compartir reflexiones e informar.

En los amplios movimientos populares, a veces tempestuosos, que se dieron en nuestra Patria se ha manifestado con toda su dimensión la aspiración a la independencia, a la democracia y a la justicia social. La idea de democratizar todo el orden nacional se ha convertido en una poderosa fuerza político social.

Ahora se hace tremendamente importante tomar en cuenta lo que sucede en el entorno internacional, lo que se llama la revolución científico-técnica que ha convertido los problemas en económicos, alimentarios, energéticos, ecológicos, de información, que hoy son problemas globales.

Al parecer el mundo se ha hecho más visible y perceptible gracias a los modernos medios de comunicación, difusión masiva y de transporte. Los contactos internacionales se han simplificado de manera extraordinaria. Ya no se puede mantener sociedades cerradas, es necesario tener criterios sobre problemas de la cooperación internacional, que es importantísimo elemento de la seguridad internacional. Es notorio el cambio de mentalidad en el mundo capitalista y en quienes se encontraban en la órbita del socialismo marxista.

La economía mundial se ha convertido en organismo único, al margen del cual no puede desarrollarse ningún Estado, independientemente del sistema social al que pertenezca y su nivel económico. El desarrollo de la economía mundial pone al descubierto contradicciones y topes de la industrialización de tipo tradicional. Su propagación en extensión y profundidad lleva a una catástrofe ecológica. Uno de los importantes problemas es procurar producción ecológicamente pura.

Es necesario buscar un progreso industrial nuevo, por principio, que responda a las aspiraciones de todos los pueblos y países. Las nuevas realidades cambian la situación mundial. Son atenuadas o relegadas a segundo plano las divergencias y contradicciones que heredamos del pasado. Pierden importancia los litigios y discrepancias. La vida obliga a librarnos de estereotipos, nociones e ilusiones obsoletos. Cambia el propio carácter y criterios de progreso. Sería ingenuo pensar que los problemas que atormentan hoy a la humanidad puedan resolverse con métodos y medios que se utilizaba antes. Los grandes filósofos procuraron descubrir leyes de la evolución de la sociedad, hallar respuesta al interrogante de cómo hacer justa y segura la vida del hombre.

Las grandes revoluciones, la Francesa de 1789 y la Rusa de 1917 dejaron un poderoso impacto en el carácter mismo del proceso histórico, cambiaron radicalmente la marcha de los acontecimientos mundiales.

Hoy el progreso mundial es posible únicamente mediante la búsqueda de un consenso de toda la humanidad sobre el avance hacia un nuevo orden mundial, donde ya no tiene cabida lo que se dice neoliberalismo, derecha, izquierda, marxismo leninismo y otras apreciaciones que ya son absurdas en el contexto mundial, son infantiles. Debemos aprender a formar y dirigir los procesos de manera que se logre conservar la civilización; garantizar seguridad interna y global y hacerla más favorable para una vida normal. Este hecho presupone respeto a ideas y posiciones de otros, tolerancia, voluntad de acoger lo distinto, no obligatoriamente como algo malo, así como capacidad de aprender a convivir siendo diferentes y no conformes con todo.