El grupo terrorista Estado Islámico (EI) ganó ayer terreno frente a las fuerzas del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, en la lucha por la periferia de la ciudad de Deir al Zur, en el noreste del país, donde unos 300.000 civiles permanecen cercados.
El activista de la Red Siria para los Derechos Humanos Mohamed al Jalif explicó ayer a Efe desde la propia ciudad sitiada que los extremistas tomaron el control de un almacén de armas del Ejército en la localidad de Ayash y del campamento militar de Al Saiqa, donde puede haber unos cien soldados sitiados.