Un informe del Banco Mundial revela que uno de cada cinco jóvenes de Latinoamérica ni estudia ni trabaja; un grupo de más de 20 millones de personas que aumentó en los últimos años, pese a la expansión económica y la reducción de la pobreza, que amenaza con avivar las diferencias en la región más desigual del mundo.
Los llamados ‘ninis’, jóvenes de 15 a 24 años que provienen en su mayoría de familias pobres, son parte de un círculo vicioso de hogares desestructurados, fracaso escolar y falta de acceso al mercado laboral que puede empujar a la delincuencia
El estudio presentado el martes, en Washington, sostiene también que “el efecto adverso de los ‘ninis’ en los ingresos no solo reduce el producto total de la economía debido a una menor productividad laboral”.