Nuestro espejo, Ecuador

3.- INUNDADOS DE PROBLEMAS

Un manto de acritud rodea la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, el proyecto de construcción más grande de Ecuador. El proyecto hidroeléctrico -liderado por Sinohydro, empresa de ingeniería china, y financiado por el Exim Bank de China- se suponía que debía estar listo a finales de 2014. Sin embargo, el proyecto ha estado plagado de problemas.

Una plataforma de perforación se atascó el año pasado suspendiendo la excavación de un túnel crítico. Luego, en diciembre, 11 ecuatorianos y tres trabajadores chinos murieron y una decena resultaron heridas cuando un río subterráneo estalló en el túnel y se inundó. Los trabajadores se ahogaron o fueron aplastados por las rocas.

Pocos de los trabajadores chinos hablan español, y viven separados de sus contrapartes ecuatorianas. Cuando los trabajadores abandonan su campamento en el pueblo de San Luis al mediodía para el almuerzo, caminan por la calle principal en grupos separados. Por la noche, también andan en grupos separados por la colina hasta el burdel local. (La prostitución es legal en Ecuador). Los trabajadores se sientan en mesas separadas bebiendo botellas de cerveza. Cuando los trabajadores chinos y ecuatorianos regresan al campamento, por lo general borrachos, han habido empujones y golpes.

Los trabajadores trabajan 10 días consecutivos. Después de siete horas de camino regresan a casa para pasar cuatro días con su familia y luego volver por otros 10 días. Ha habido varias quejas por la baja remuneración en un trabajo agotador. Después de paros y presiones ahora gana un poco más, nada excesivamente bien.

El impacto ambiental, también, ha sido motivo de controversia. El sitio se encuentra en una zona propensa a los terremotos y cerca de la base de un volcán que entró en erupción esta primavera y produjo flujos de lava. “Todos pensaban que era demasiado peligroso para poner el proyecto allí”, dijo Fernando Santos, ex ministro de Energía, quien sirvió a finales de 1980.

La construcción de múltiples vías de acceso pone en peligro el ecosistema amazónico. Los caminos permiten a los agricultores y ganaderos empujar sus chacras hacia alguno de los bosques tropicales más remotos de Ecuador, un corredor importante para osos y jaguares. La presa, que debe desviar el agua para producir electricidad, incluye las cataratas. Todo un sistema acuático entero será eliminado, debido a que los ciclos de vida de muchos peces y otras especies están vinculados a las variaciones en el flujo de agua. “Sería como dejar las Cataratas del Niágara sin agua”, dijo Matt Terry, director ejecutivo del Instituto de Ríos ecuatorianos.

El canciller ecuatoriano, tal vez muy parecido al nuestro, dejó de lado muchas preocupaciones ambientales: “después de 50 o 30 años vamos a tener un déficit de agua, pero en 50 años quién sabe, tal vez podríamos estar viviendo en Marte. En estos momentos, hay un montón de agua”.