Pesimistas perspectivas económicas para el futuro

La grave crisis de precios del petróleo, de los minerales y de las materias primas ha dado lugar a que en la mayoría de los países, incluidos los ricos y desarrollados, se produzcan dificultades económicas difíciles de remediar. Los problemas se agudizan para los países pertenecientes al Tercer y Cuarto Mundo que se desenvuelven en condiciones de pobreza y subdesarrollo muy graves. Algunas naciones de las que están en los procesos llamados “en vías de desarrollo”, no tienen las condiciones precisas para salir de grados de extrema pobreza, mal que es también propiedad insalvable de las naciones ricas, aunque en bajas proporciones.

Las perspectivas futuras son, en general, pesimistas, porque según los entendidos y, mucho más los que explotan petróleo y son parte de instituciones que tienen que ver con la energía hidrocarburífera, son difíciles de prever en el campo de posible elevación de precios y, mucho menos, que se pueda retornar a importes que tuvieron vigencia hasta principios del pasado año. Si hubiese subidas en el mercado internacional, habrá rubros, especialmente de materias primas, que difícilmente puedan parangonarse con un pasado que resultará histórico. Y este fenómeno es debido a que productores de todo el mundo -especialmente China- están empeñados en incrementar su producción y hacerla más competitiva con altos índices de calidad y cantidad.

Para la mayoría de los productores de petróleo, los precios seguirán deprimidos y con el peligro de mayores bajas; por otra parte, existe producción acelerada especialmente en Estados Unidos, Rusia y China, tres potencias que normalmente venden internamente el producto a precios bajos. Irán, otro fuerte productor de petróleo y gas, está en posición de ingresar o no a instituciones que tienen que ver con los energéticos y, cuando lo haga, seguramente tendrá influencias en los mercados de oferta y demanda.

Los minerales tienden siempre a la baja debido a la sobreproducción en muchos países como China, India, Rusia y naciones latinoamericanas y asiáticas. Por otra parte, la demanda de minerales es cada vez menor porque alguna industria pesada ha encontrado sustitutos que reemplazan a “minerales duros y perdurables” como plásticos de alta calidad y nuevas aleaciones de minerales que fortalecen esta industria. En muchos países sólo queda la posibilidad de promocionar nuevos productos que sean aceptables al mercado y tengan sostenibilidad tanto en su producción como en su consumo.

De todos modos, y por el lado que se vea, hay situaciones críticas y depresivas en las perspectivas económicas y, en cada caso, cada nación tendrá que ver y planificar qué es lo que hace, cuánto produce y con qué posibilidades de mercado.