COMUNICABILIDADES
Sabemos que la radio tiene un poderoso efecto sobre la gente. Pero no podemos negar que la gente también tiene un efecto decisivo sobre la radio.
Algunos propietarios de radioemisoras opinan que difunden más música porque eso es lo que pide la audiencia. Otros afirman que emiten programas de compañía (sin contenidos ni información) porque eso prefieren los oyentes.
Muchos dueños de emisoras de radio (FM y AM) aseguran que lo único que hacen es complacer los gustos de la audiencia.
Y yo me pregunto: ¿será verdad que los oyentes sólo quieren escuchar música?
¿Será verdad que prefieren programas musicales y detestan los programas informativos?
¿Será verdad que la audiencia prefiere programas sin contenidos, donde sólo se escucha chistes de mal gusto, informalidad y chacota sin parar?
¿Será verdad que a la audiencia no le gustan los programas culturales, los programas de reflexión, los programas que le hacen pensar?
Si es así…debemos preguntarnos: ¿qué le está haciendo la gente a la radio?
Si los oyentes no son exigentes… la radio se empobrece. Si la audiencia es pasiva y oye sin escuchar… la radio se va degradando.
Si la audiencia no exige calidad… la radio no emitirá programas de calidad. Si la audiencia tolera cualquier cosa… le darán cualquier cosa.
En este juego, la única perjudicada siempre será la audiencia, porque la radio (aunque con programas mediocres) siempre saldrá ganando, ya que lo único que le interesa es tener una audiencia adormecida, domesticada y distraída, a la cual es muy fácil venderle cualquier cosa a través de la publicidad.
(*) Consultor en Comunicación. Director ejecutivo de Xperticia, empresa de asesoramiento y capacitación en Comunicación.
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