“Lava jato”

La opinión pública brasileña, que responde a una mayoritaria clase media urbana, una vez más ha sido sacudida por la denuncia, investigación y juzgamiento de varios empresarios y políticos del partido en función de gobierno (PT), Partido de los Trabajadores, entre ellos algunos miembros del Órgano Legislativo, con el resultado de procesados, investigados y detenidos por disposición de la justicia (independiente del poder político) y la condena pública reflejada a través de los medios de comunicación (también independientes), que a diario informan y comentan sobre el desarrollo del escándalo de corrupción en las altas esferas del poder político, al que el carácter festivo de los brasileños ha denominado “lava jato” que significa “lavado de autos”.

El primer capítulo de este escándalo se dio con el llamado “mensalao” o mezcolanza, cuando se denunció que en el gobierno del socialista Luis Inácio Da Silva (Lula) se sobornó con dinero a numerosos congresistas, para que aprueben rápidamente las políticas de ese gobierno a través de leyes. En esa circunstancia el jefe y líder del partido de gobierno salió indemne, pero en este segundo capítulo del “lava jato” o “petrolao”, las investigaciones le alcanzaron y tuvo que prestar declaraciones en las instancias de investigación y algunos allegados y colaboradores han sido detenidos.

El “petroleao” se refiere a millonarios montos de dinero entregados por las grandes empresas constructoras multinacionales brasileñas a altos miembros del gobierno del PT, así como apoyo financiero a la campaña presidencial de la actual presidenta Dilma Rousseff, elegida por Lula.

Se han producido en varias ciudades brasileñas mutitudinarias marchas de repudio al Gobierno, con el eslogan: “Fora Dilma” (Fuera Dilma), y en todos los medios de comunicación, las noticias y comentarios sobre el “lava jato” ocupan espacios importantes, en los que no faltan titulares como: “El lava jato se originó en Planalto” (Palacio de Gobierno en Brasilia.

Cabe preguntarse: ¿por qué y para qué las grandes empresas efectuaron millonarios aportes a las cajas y bolsillos de los políticos socialistas y no socialistas? La respuesta es sencilla: para beneficiarse con contratos millonarios en obras de las empresas como la petrolera Petrobras y otras. Además de la influencia política para ejecutar obras en países extranjeros, con financiamiento en algunos casos de BNDES (Banco de Desarrollo); no olvidemos que Lula vino a influenciar para que la empresa brasileña OAS construya un tramo de la carretera en el Tipnis, precisamente con financiamiento del BNDES.

El capítulo tercero del drama financiero delincuencial “lava jato” ha sido el “Eletrolao”, referido a la empresa estatal brasileña de energía “Electrobras”, administrada por gente cercana a la actual mandataria y que ha llevado a las rejas al presidente de Eletronuclear nombrado por Lula, el almirante e ingeniero Othon Pinheiro, porque éste habría recibido 4.5 millones de reales, depositados en su empresa Aratec.

Luis Inácio da Silva (Lula) al acabar sus dos mandatos de gobierno dejó la presidencia con un elevado índice de aprobación y se constituyó en hombre definitorio de la política brasileña desde su “Instituto Lula”, de tal manera que dejó la presidencia a la que fuera su colaboradora Dilma Rousseff. Hoy debido a los escándalos por corrupción política empresarial, que afecta a las más importantes empresas públicas, el nivel de aceptación del partido de gobierno y de Lula y la presidenta Dilma ha caído a niveles bajos, pues algunos procesados en sus declaraciones involucraron a ambos personajes, de tal manera que en el Congreso brasileño se ha presentado un proyecto de “impeachment” contra la presidenta.

Según criterio de algunos comentaristas de prensa, el asunto del “lava jato” sería uno de las mayores casos de investigación judicial sobre corrupción en el Brasil, tanto por el Ministerio Público Federal y del ahora famoso juez federal Sergio Moro, que lleva el caso, con el resultado de 2.4 billones de reales (Rs) congelados en cuentas, 870 millones recuperados, 48 detenidos preventivamente, 46 detenidos con prisión temporal, 183 personas investigadas y 30 reos condenados.

La grave crisis económica, la corrupción y las políticas autoritarias son, entre otras, las causas del deterioro de los regímenes populistas de izquierda, nacidos en el “Foro de San Pablo”, inspirado precisamente por Lula da Silva, y que luego de más de una década, están o han llegado a su fin (Argentina). Será la historia la que juzgue a estos regímenes, pues hoy sus pueblos les dicen NO.

(Esta nota de opinión periodística especial para EL DIARIO se basa en el contenido de las prestigiosas revistas brasileñas Veija, ISTO é y las publicaciones de los principales periódicos de circulación nacional).