Hasta fin de 2019
Viena.- Austria quiere repatriar hasta finales de 2019 a 50.000 personas cuya solicitud de asilo haya sido rechazada, según unos planes del Ministerio del Interior que publicó ayer el diario “Kronen Zeitung”.
Para alcanzar esa cifra, se establecerá un procedimiento abreviado de asilo, se incentivarán las salidas voluntarias y aumentará el número de vuelos de repatriación, empleando incluso aviones del Ejército.
Estos planes forman parte de las medidas discutidas durante una reunión del Gobierno con autoridades regionales y locales en la que se decidió un tope de 127.500 solicitantes de asilo hasta 2019.
Para este año el techo de solicitudes de asilo que estableció el Gobierno de coalición entre socialdemócratas y conservadores es de 37.500, cuando el año pasado fueron alrededor de 90.000 las peticiones de asilo.
La ministra del Interior, la conservadora Johanna Mikl-Leitner, declaró al diario que “solo con repatriaciones no se pueden reparar las consecuencias de una política de puertas abiertas”.
“Este paquete de medidas para aumentar las repatriaciones es importante. Pero más importante será hacer valer las fronteras y no permitir de nuevo que tantos refugiados entren en el país”, dijo al mismo rotativo el ministro de Exteriores, Sebastian Kurz.
Austria repatrió el año pasado a 8.365 personas y ahora se pretende que ese número suba a 12.500 anuales.
Para agilizar los procedimientos se pretende incluir a Marruecos, Argelia, Túnez, Georgia, Mongolia y Gambia en la lista de países seguros, lo que permitirá en un procedimiento abreviado de diez días dar respuesta a sus ciudadanos y, en caso de ser denegado el asilo, repatriarlos.
El plan prevé incrementar el número de aviones para las repatriaciones, utilizando vuelos charter e incluso se estudia el uso de aparatos Hércules de las Fuerzas Aéreas. (EFE)
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