Un balance de la tercera versión del evento
El jueves 14 y viernes 15 de enero se desarrolló en la bella joya de Bolivia la tercera versión del festival folclórico Tupiza Internacional con “un saldo totalmente positivo y más vital que nunca”, aseguró Rilver Herbas, director de la Fundación Kjarkas, organizadora del evento.
“El balance es positivo sin duda, ya efectuamos un análisis frío con el equipo de la fundación, recabando lo bueno y lo malo de esta tercera versión. Aún nos falta la opinión de las autoridades tupiceñas, con quienes nos reuniremos pasadas las fiestas carnavales, además también pretendemos reunirnos con los ejecutivos del canal estatal para efectuar una franca evaluación”, comentó Rilver.
LG: ¿QUÉ FUE LO POSITIVO Y NEGATIVO?
R: Lo positivo fue que el festival está en franco crecimiento. Este año batimos record de asistencia… y además percibimos un mayor flujo turístico tanto nacional como extranjero, lo que permite augurar una mejor cartelera para el próximo año.
La cartelera fue exitosa, el público disfrutó de todos los artistas que descollaron en la tercera versión. La transmisión televisiva fue prolija, el canal de los bolivianos desplegó una gran unidad móvil tanto en equipos como en el personal calificado que tuvo una buena labor.
El desempeño del gobierno municipal de Tupiza no desentonó con el desafío. Tanto las autoridades como el personal designado en las áreas de trabajo mostraron compromiso y absoluta responsabilidad.
Lo negativo fue la producción previa, que se vio afectada por los bloqueos de caminos que coincidentemente fueron declarados en horas previas al inicio del festival. Parte de los equipos de sonido y pantallas led llegaron el mismo día de la inauguración del festival, lo que no permitió el ensayo completo un día antes con la consiguiente configuración técnica.
Además, por esta contingencia tuvimos que cambiar sobre la hora algunos itinerarios de los artistas, esto de alguna manera desestabilizó emocionalmente al equipo de la fundación que, pese a su experiencia, sufre el rigor del estrés en esta responsabilidad que, sin duda, se asemeja a una alta cirugía.
LG: ¿CÓMO FUE EL DESEMPEÑO DE LOS ARTISTAS NACIONALES?
R: Todos mostraron un gran nivel, muy competitivo, a la par totalmente de los extranjeros, que siempre tienen un plus tecnológico en cuanto a sonido, luces y pantallas se refiere. Esther Marisol demostró el gran momento por el que está pasando. Los organizadores programamos además que ella cantara a dúo con el Chaqueño Palavecino, lo que gustó mucho al público asistente. Milton Cortez se robó el cariño de los tupiceños, interpretando cuecas nacionales y en especial “Mi desventura”, inspiración del prócer tupiceño don Willy Alfaro. Kalamarka la rompió con un show muy efusivo y extenso, acompañados de una buena performance de sonido y luces y como siempre los Kjarkas, acostumbrados al éxito permanente, nos representaron con su gran nivel.
LG: ¿LOS GRUPOS EXTRANJEROS LLENARON LAS EXPECTATIVAS QUE EL PÚBLICO ESPERABA?
R: En absoluto, Pelo D’ambrosio, pese a no ser muy conocido, se conectó con el público, que ya es bastante exigente y mostró por qué es considerado uno de los más importantes cantautores peruanos. Los Cuatro de Córdoba llenaron de nostalgia al auditorio, con viejas canciones argentinas coreadas por todos. El Chaqueño Palavecino demostró una vez más ser el mejor número folclórico de la Argentina y, finalmente, Ráfaga le puso el toque de fiesta a la clausura de la tercera versión de Tupiza internacional.
LG: ¿CREEN QUE YA ES EL MEJOR FESTIVAL DE BOLIVIA?
R: Esa es una gran responsabilidad que la tenemos que asumir con mucha personalidad. Al constituirse en un gran desafío, el reto es mantenerse y además superarlo año tras año.