Aporte histórico de la minería

La minería es el mayor soporte económico que tiene Bolivia, desde que en 1545 fue descubierto el Cerro Rico de Potosí hasta el presente. En los últimos años, está demostrando que, por encima de las incertidumbres de los precios de las materias primas en los mercados internacionales, sigue siendo el sustento seguro de los bolivianos.

El Ministerio de Minería informó que en 2015 la exportación de minerales y metales descendió en el 27,2%, lo que se tradujo en una caída del ingreso de 4.007,5 millones de dólares en 2014 a 2.917,1 millones de dólares en 2015.

El mineral con mayor venta en 2015 fue el zinc, con valor de $us 864,7 millones. Le siguió la plata con $us 658,7 millones y el estaño con 217,5 millones. El ingreso por la exportación de oro ha sido de 701,5 millones, pero no existe certeza que su producción se produzca en el país, por lo que su eventual producción interna se califica de “informal”.

El caso de las exportaciones de antimonio es el más dramático, cuando en el pasado era uno de los minerales estrellas del país, al punto que competía en constituirse en el primer productor mundial de este importante mineral, que es uno de los más dúctiles para enriquecer el potencial de otros minerales.

La caída en su cotización en mercados externos es impactante. En abril de 2011 se cotizaba en 16.233 dólares la tonelada métrica y en la primera quincena de este mes que termina bajó a 5.145 la Tnl. métrica.

Aunque el descenso de los precios de las materias primas en los mercados internacional empezó a producirse en 2011, ha sido entre 2013 y 2014 cuando sus efectos negativos se hicieron más considerables, al extremo de que se aproximaron a los rangos mínimos de 2009.

Pese a todo ello, los minerales y metales se mantienen en el segundo lugar de las exportaciones nacionales, lo que ocurre desde que el gas natural se situó en el puesto inicial, a partir de los últimos años de la década pasada, como resultado de la presencia en Bolivia de 12 empresas internacionales productoras de petróleo-gas, desde 1996.

En cuanto a los impactos de la caída de precios de los minerales, el mayor efecto negativo se manifestó en las regalías que reciben las gobernaciones y municipios de los departamentos productores, que son Potosí, Oruro La Paz y Santa Cruz.

En la explotación minera del país existe un hecho relevante. Se trata de las cooperativas mineras, que en las estadísticas oficiales ascienden a 1.700. Este sector, junto con la minería pequeña, elevó su participación en el valor bruto, situándose en el primer lugar del comportamiento minero, con el 38%. La gran minería les siguió con el 34% y la mediana con el 28%.

Pese a la brusca caída en los precios de los minerales, la tendencia y el valor de los ingresos que percibe el país, por las exportaciones de los mismos, guardan aún cierta estabilidad.

La exportación de minerales en 2014 registró un ingreso excepcional, al marcar un record histórico. Llegó, como queda indicado, a 4.007,5 millones de dólares. En los años anteriores los ingresos fueron menores, pero aun así históricamente han sido relativamente elevados, con respecto a años pasados. En 2010 fueron de $us 1.405,8 millones; en 2011, 3.207,4 millones, en 2012, 2.803,3 millones y en 2013, 2.925,4 millones.

En todo caso, resulta notable que pese a la tendencia declinante de los precios de los minerales en los mercados externos, la producción nacional no tuvo caídas estrepitosas. En 2005 su tasa de crecimiento fue de 14,4%, en 2006 de 14,1%, en 2007, de 13,5%. En 2008 marcó el record histórico en crecimiento, al llegar al 49,8%. Empero, el 2009 se redujo a 8,5. Entre los años 2010, 2011 y 2012 arrojó índices negativos, de menos 7,6%, 5,1% y 2,3%. En tanto, en 2013 volvió a subir al 6,7% y el 2014 al 9,1%, según los últimos datos estadísticos disponibles.

Respecto a empleo, la minería es la mayor fuente de trabajo que existe en Bolivia, al dar ocupación a 74.000 personas, entre empleados y trabajadores. Por orden descendente, las cooperativas cuentan con 60.000 trabajadores, el sector privado brinda trabajo a 9.000 personas y la Comibol a 5.000.

No obstante a la inestabilidad que existe en los precios externos, la minería debe ser considerada como la madre proveedora de los bolivianos, pues constituye su mayor sustento económico, tanto en producción como en valor. Empero, faltan medidas gubernamentales para protegerla de las adversidades que confronta actualmente, pese a que por su aporte se conserva una cierta estabilidad en la economía nacional, de lo que el oficialismo se jacta de ser su obra.