Presupuesto para la Gobernación paceña

La crisis económica que afectó seriamente la economía de los países pobres y subdesarrollados, fue incisiva en nuestro país y, aunque el Gobierno no reconoce las falencias habidas, la disminución de recursos en gobernaciones y municipios muestran puntos graves que no permitirán atender las diversas obligaciones que es preciso encarar con miras a continuar con obras importantes que no conviene sean abandonadas o siquiera postergadas.

La Gobernación del departamento de La Paz, como las del resto del país, está preocupada por la reducción de ingresos y, además, por el hecho de que la autonomía no funciona porque todos los recursos están canalizados hacia el Gobierno central y las gobernaciones no pueden disponer de lo que decidida y debidamente les correspondería, puesto que se trata de recursos recaudados en el departamento y no tienen que estar sujetos a que el Gobierno central los planifique y disponga conforme a lo que él considere de su atribución y responsabilidad.

Trescientos millones de bolivianos para atender las obligaciones que debe cumplir la Gobernación de La Paz es totalmente insuficiente, es reducida a su máxima expresión. Atenerse a ese monto implicaría abandonar obras en construcción y postergar para “las calendas griegas” lo que el departamento requiere con urgencia porque se trata de infraestructura que debió ser encarada hace muchos años y que por carencia de medios financieros no fue posible concretar.

El Gobernador de La Paz ha pedido que el dos por ciento de la coparticipación tributaria sea aprobada para La Paz si realmente se espera que avancen las obras planificadas; de otro modo, todo emprendimiento será postergado y los perjuicios para esta importante región del país serán cuantiosos. El Gobernador, tal vez para mostrar lo dramático de la situación financiera, expresó el criterio de que “con el 2% de esa participación se logrará un ingreso de 1.200 millones de bolivianos que ayudaría a luchar contra la pobreza”.

El Gobernador, como el mismo Gobierno, saben que un presupuesto de 1.200 millones de bolivianos, no alcanzaría ni siquiera para reducir el 10% de la pobreza existente, una pobreza en infraestructura vial, de puentes, escuelas, postas sanitarias, colegios, hospitales y otras obras que requieren fuerte inversión. El Gobernador señala que con 1.200 millones, que es muy superior a 300 millones de bolivianos, se haría lo necesario para no dejar pospuestas obras que precisan atención inmediata como medio para combatir a la pobreza.

La Paz, desde siempre, ha necesitado la comprensión y atención de los gobiernos; pero su realidad es que siempre estuvo postergada y los pocos recursos recibidos por la Prefectura han sido insuficientes y sólo alcanzaron para sueldos de su planta burocrática. La Paz, comparativamente con otros departamentos, recibió poca o ninguna atención y sería tiempo de que el Gobierno, no obstante la crisis, solucione el dramático problema.