Ministro Ferreira confirma que uniformados estaban ebrios

El ministro de Defensa, Reymi Ferrera, confirmó ayer que el sargento y el subteniente del Ejército, involucrados en la muerte del chofer Juan José Mamani, estaban en completo estado de ebriedad y que los disparos que se dieron en el lugar se realizaron para alejar al grupo de choferes enardecidos y retomar la instalación militar, en la que se tenía armas de guerra.

En el informe brindado por Ferreira, a las 19.00 horas de ayer, se hizo hincapié en el tema de que la muerte del chofer se debió a un hecho aislado y que el Gobierno no ordenó la represión de este sector que al momento mantiene el punto de bloqueo en la localidad de Tambo Quemado.

Por su parte, el comandante del Ejército, general Luis Ariñez, detalló que Mamani ingresó al puesto militar burlando la vigilancia del centinela, cerca de las 4.00 horas, con el fin de robar un arma de reglamento y, a su salida, habría sido sorprendido por otro soldado.

La versión también infiere que en ese ínterin, el sargento Jersón P. C. y el subteniente Saúl O.F. lo maniataron y golpearon hasta dejarlo desfallecido, viéndolo desmayado lo mojaron y es el subteniente quien da parte a la Policía, creyendo que este aún se encontraba con vida.

Sin embargo, se conoció de otra versión da cuenta que la víctima se encontraría bebiendo con los uniformados, con quienes luego tuvo una pelea y acabaron sin vida a consecuencia de los golpes.

En cuanto a los disparos que se dieron en el lugar, Ariñez negó que los mismos se hayan hecho en contra de los choferes y que se hicieron hacia el aíre, con el fin de alejar a la muchedumbre que intentaba retomar el cuartel, luego de conocida la muerte de Mamani.

Sin embargo, con imágenes tomadas con celular, los choferes afirman que se disparó en contra de su humanidad y sus vehículos y mostraron neumáticos desinflados y los casquillos de la munición de guerra disparada hacia el sector donde ellos estaban apostados.