Practicar ejercicios de sugestión

Todos los seres humanos tenemos un estado sensorial que es inconsciente la mayor parte del tiempo; esto quiere decir que tenemos un estado sensorial que es la sumatoria de todas las sensaciones positivas y negativas que producen un estado de la totalidad de nuestro ser. Hay sensaciones amenazantes, hay sensaciones preocupantes, hay sensaciones que producen

infelicidad una y otra vez, hay sensaciones de dolor interno, hay sensaciones de sufrimiento por las actitudes incorrectas de los hijos y así sucesivamente.

Afortunadamente, existen los ejercicios de sugestión gracias a los cuales podemos disminuir notablemente una gran cantidad de sensaciones que nos producen dolor sicosomático, preocupación moral o sufrimiento interno.

Un ejercicio de sugestión es relativamente simple, pues consiste en recostar nuestro cuerpo y proceder a repetir la sugestión correcta para ir borrando o disminuyendo la sensación desagradable o la sensación dolorosa y el resultado es siempre agradable, acumulativo y aleccionador.

Uno de los usos más necesarios en nuestro mundo de los ejercicios de sugestión es el que se refiere a borrar los sufrimientos del alma que son tantos, tan acumulados y tan “robadores” de nuestra alegría y de nuestro bienestar interior.

Vamos al ejercicio: Con el cuerpo recostado debe repetir en voz alta durante ocho minutos las siguientes palabras: “Los dolores más intensos que hay en mi alma al fin se están disolviendo”.

Después de hacer el ejercicio debe anotar las palabras que forman la sugestión y hacer un compromiso de repetirla en las horas en que usted decida, tres veces al día, durante tres o cuatro días, al cabo de los cuales notará una serie de alivios en su estado corporal, en su estado emocional y en su estado mental.

Afirmación para escribir diez veces: “Los ejercicios de sugestión siempre funcionan y siempre producen niveles de resultados deseados”