No hay enemigo pequeño

Al parecer, el levantamiento del temido impeachment o destitución de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, una medida política impulsada por la Corte Suprema de Justicia del país, tiene por objeto, por un lado, retrasar dicha condena hasta que el Senado tome una decisión final, esperando el paso de las Olimpiadas deportivas a realizarse en el mes de junio y, por el otro, acopiar las suficientes pruebas en contra de Luiz Inácio Lula da Silva, sobre su implicancia en actos de corrupción que lo lleven hasta los estrados de justicia, de esta manera, los políticos brasileños habrán matado dos pájaros de un tiro.

A esos múltiples infortunios políticos que asolan la administración de la presidenta brasileña se suman los de la economía, que acentuaron el pesimismo en torno a la economía brasileña, y se hicieron patentes por su ausencia en el recientemente realizado Foro de Davos, donde, a diferencia del mismo evento realizado en 2014, recibió el respaldo y beneplácito de los inversores internacionales, que se extasiaron con el anuncio de varios proyectos por parte de algunas destacadas empresas.

Hoy la situación es diametralmente diferente, el Producto Interno Bruto ha caído un 3,8% en 2015, mientras la inflación se disparó hasta el 10,7%. A raíz de ello el Fondo Monetario Internacional volvió a rebajar las previsiones de la economía brasileña para la presente gestión y avizora una nueva contracción del 3,5%, que tendrá serias repercusiones en toda la región. “Es la peor crisis de Brasil en más de 70 años y coincide con problemas en otras grandes economías emergentes, como Rusia o China” ha manifestado Kenneth Rogoff, antiguo economista del FMI.

A esa lamentable situación se ha venido a sumar una espantosa epidemia de Zika, una enfermedad similar al dengue o a la fiebre amarilla, producida por la picadura de un mosquito, que comenzó en febrero de 2015, cuando las autoridades de ese país iniciaron una investigación sobre un brote de erupciones en la piel que afectaba a seis estados en la región noreste de Brasil. El miedo y la incertidumbre llegan con cada ecografía, pues la microcefalia que también es producida por este diminuto insecto, ya ha afectado a más de 3.800 niños. Según la Organización Panamericana de la Salud, 20 países ya han reportado la detección del zika en su territorio.

La Biblia es un libro de muchas enseñanzas, no sólo espirituales, pero de la vida en general, y una de ellas se inspira en el pasaje de David, cuando enfrenta al gigante Goliat y lo derriba de una pedrada con su honda. Hoy, cuando nuestra reciente historia está llena de ejemplos de enfrentamientos entre pequeños y grandes, donde siempre pareciera que al final vencen los pequeños, ante el embate de esta temible plaga de diminutos mosquitos que asolan no sólo al Brasil, sino a muchos países de la región, incluyendo el nuestro, se impone esa máxima: “No hay enemigo pequeño”.