Lucha ineficaz contra el narcotráfico

La lucha contra las drogas en Bolivia tiene una característica muy destacable. En efecto, cuando más se asegura que se combate la producción y tráfico de estupefacientes, (en particular cocaína), se constata que hay más producción y más tráfico de esas drogas y el asunto es cada día peor.

El rosario de enormes descubrimientos que los organismos del Estado hacen a diario no puede ser más revelador y confirma que mientras se dice una cosa, ocurre lo contrario. Por ejemplo, hace pocos días, la Policía halló nada menos que ocho toneladas de cocaína, con valor de más de 640 millones de dólares en Santa Cruz y Yacuiba. Dos días después la Felcn reveló que en el parque Noel Kempff Mercado, a 15 kilómetros de la frontera con Brasil, descubrió un mega laboratorio de cristalización de cocaína y, sumando esos casos, entre otros muchos, en marzo del año pasado se descubrió una tonelada de clorhidrato, camuflado en abono orgánico destinado a Burkina Faso, en África.

El último caso de la retención de ocho toneladas de cocaína es por demás revelador de la magnitud que alcanzó la producción del derivado de la hoja de coca ampliamente producida en los Yungas de La Paz, el Chapare de Cochabamba y otros distritos del país. Esa cocaína estaba destinada, vía Argentina y Uruguay, a un país africano, Costa de marfil, desde donde se la reexportaba, posiblemente a Europa y Asia. El valor de esa droga era de alrededor de 80 mil dólares el kilo, lo cual significaría que el total equivalía a más de 640 millones de dólares. El cargamento de la droga, mezclado en bolsas con baritina, producto para perforación de pozos de petróleo y agua, estaba hábilmente camuflado y es posible que hubiese sido objeto de otras exportaciones. No hubo detenidos.

Por otra parte, revelando la extraordinaria magnitud que alcanzó la producción y comercialización de cocaína en el país, a principios de enero el viceministro Felipe Cáceres admitió la presencia en el país de emisarios de cárteles internacionales de narcotráfico de México y Brasil, de acuerdo con informes de inteligencia de Brasil y Bolivia. De otro lado, el Gobierno volvió a anunciar la erradicación de cinco mil hectáreas de coca, aunque sin especificar en qué lugares, así como la instalación de un Centro de operaciones en Chimoré, compra de radares y muchas otras ofertas.

En esa forma, se concluye que mientras el Gobierno afirma que lucha contra el narcotráfico, el país está produciendo más drogas y ya no en proporción de unos cuantos kilos, como hace una década, sino en cantidad de toneladas. Es más, ese problema crece en forma exponencial, es decir que a más anuncios más droga, contradicción que radicaría en que no se combate las causas, sino solo los efectos de esta enorme cuestión.

Al respecto cabe recordar que el Gobierno argentino anunció que enfrentará el flagelo utilizando medios de aviación y destacó que “Todos sabemos que por la inacción, la incapacidad o la complicidad del anterior Gobierno, el narcotráfico ha avanzado en la última década como nunca antes lo había hecho”.