“Interventora solo consigna 5% de recursos malversados”

El autor del libro sobre el ex Fondo Indígena, Un modelo vicioso de gestión pública, Diego Ayo, en entrevista con EL DIARIO, dijo que los datos presentados por la interventora Larisa Fuentes, sobre corrupción en esa institución, son serios pero profundamente insuficientes debido a que consignan Bs 101 millones que no llegan a ser ni el 5% de los recursos utilizados por esa institución.

El escritor explicó que sus fuentes de información fueron: unas 500 publicaciones de hemeroteca, 30 entrevistas realizadas a las personas cercanas al ex Fondo Indígena, informes de la Interventora, Contralor y de Manuel Morales que la denominó “La gran estafa” y la más importante, a su juicio, los datos recopilados por el diputado Rafael Quispe y el abogado Eduardo León.

Calificó los datos de la Interventora como absolutamente insuficientes, porque apenas llegan a un 5%, lo que significaría que el restante 95% fue manejado correctamente, cifra que califica como no real. Dijo que este reporte es serio hasta el momento de su designación, hecha por la exministra Nemesia Achacollo.

“Cuando la interventora Fuentes me dice que mis datos son falsos, yo le respondo que sí posiblemente, porque ustedes escondieron los datos”, sostuvo. Explicó que por esta razón tomaron los datos del sistema Integrado de Gestión y Modernización administrativa (Sigma) que es la base, la memoria institucional de este país referente a los contratos públicos.

Señaló que el ex Fondo tenía una intención original muy clara, fortalecer la economía comunitaria, pero que se hizo todo menos eso. “Es un modelo perfecto por su imperfección en todo lo que no hay que hacer”, precisó, por lo que el libro se denominó Un modelo vicioso de gestión pública.

Ayo argumentó que no se cumplieron con las cuatro fases de la gestión pública que son: Diseño, Planificación, Ejecución y Rendición de Cuentas. Asimismo, afirmó que en las cuatro fases se presentaron errores enormes, como por ejemplo, en la fase de ejecución, en el cual el 95% de los proyectos no tuvo presupuesto ni diseño final y tampoco estudio de factibilidad.

En ese contexto, manifestó que en la fase de rendición de cuentas, otro 95% carece de seguimiento y supervisión debido a que los 39 funcionarios que componían el ex Fondo Indígena llegaban máximo a supervisar 160 proyectos de los 3.500 existentes, es decir el 5%.

También precisó que la etapa de gestión fue la que falló y que la corrupción fue solo el “cherry sobre la torta”, porque cuando se habla de corrupción, esta comprometió solo un tercio de los recursos manejados por el ex Fondo, quedando otros dos tercios que “supuestamente” estarían en la cuentas de esa institución estatal, que representan 2.300 millones de bolivianos.

ANTECEDENTES

Recordó que el 2005 fue creado el ex Fondioc, de manera torpe y apresurada, pues los indígenas decían que debía contar con un 10% del IDH y al final se determinó un 5%, sin más explicación.

En esa línea, argumentó que la fase de planificación duró 5 años, en el cual no se efectuó planificación alguna, pues no existió criterio de distribución. “Podrían haber distribuido en función a criterios de pobres (más al indígena pobre), o a los mejores proyectos productivos, para permitirles que sean autosuficientes en un número de años, pero tampoco los fondos solo fueron distribuidos en base a criterios de presión y afinidad política”, enfatizó.

Dejó en claro que el resultado fue una utilización similar a la de una “caja chica”, como gastos reservados, para tranquilizar y generar “lealtades entre su gente”, las que una vez generadas tenían como fin impedir cualquier pensamiento alternativo crítico. “Los tienen amarrados” sostuvo.

“Fue un mecanismo increíble de coaptación, por el cual al que abre la boca, como Damián Condori, inmediatamente le dicen “si tú también has usufructuado”. “Con eso lograron que la dirigencia sindical más importante de la última década del país quede anulada, por esa estrategia perversa del Gobierno“, finalizó.

CARTA

Al respecto, la directora ejecutiva liquidadora, Lariza Fuentes, en una carta enviada el pasado 3 de febrero a Diego Ayo, lamenta el manejo de información, “que de manera irresponsable y mal intencionada, busca obtener rédito político y credibilidad ante la población, utilizando argumentos que faltan a la verdad y pretenden sacar beneficio político”, haciendo referencia al líder opositor Samuel Doria Medina y la proximidad del referéndum del 21 de febrero.

Más abajo le dice al investigador que son los más interesados en transparentar el manejo e recursos públicos en el exfondo Indígena.

Luego le hace una referencia de los montos manejados en infogramas y cuartos estadísticos y al final de la misiva observa que en ningún momento el libro que escribe Ayo se refiere a la participación de los directores ejecutivos del ex Fondo Indígena, “que denota intencionalidad en intencionalidad a los directores responsabilidades”, cuando incumplieron con las funciones que les fueron encomendadas.