Vecinos en emergencia por cancha deportiva inconclusa

Vecinos de la zona El Tejar se declararon en estado de emergencia por suspensión de las obras de la cancha de la zona. Nadie conoce las razones por las cuales fue interrumpida la ejecución del proyecto deportivo, donde ahora solo quedaron varios promontorios de tierra escombros y basura.

La cancha deportiva “Mariano Colodro”, cuyas obras fueron abandonadas en la primera semana de febrero, se encuentra en la avenida Avaroa, próxima a la calle Segundo Vascones, de la zona El Tejar, la misma que ahora es motivo de preocupación para los vecinos, que esperan la reanudación de los trabajos del proyecto comprometido por la comuna paceña.

Juan Chipana, vecino de la zona, indicó que pese a que los trabajos de la cancha deportiva habían empezado en diciembre de 2015, como estaba previsto por las autoridades municipales, las mismas fueron suspendidos para sorpresa de los vecinos, quienes esperaban que la obra fuera entregada en el primer trimestre de este año.

“Hicimos las consultas respectivas para conocer las razones que obligaron a paralizar las obras, pero nadie responde nuestras dudas sobre esta situación, que afecta a la zona, ya que esta obra es de prioridad para los vecinos”, protestó Chipana.

Los vecinos piden a las autoridades de la comuna paceña que se retome el proyecto de la cancha deportiva, considerando que es una obra de vital importancia, por constituirse en la principal área de esparcimiento para los niños, niñas y jóvenes de la zona.

ESCOMBROS Y BASURERO

“Es una pena cómo quedó toda el área deportiva, donde debe construirse la cancha, la misma ahora está ocupada por escombros, piedras, tierra y basura que le dan un mal aspecto a la zona”, dijo el vecino.

De acuerdo con una visita que realizó EL DIARIO a la zona, pudo verse que no solo la cancha se encuentra ocupada por promontorios de tierra y basura, sino también las calles, donde los escombros ocupan gran parte de las vías y aceras, obstaculizando el tránsito tanto de vehículos como de peatones.

“Los trabajadores municipales, con el fin de construir la cancha, vinieron a remover la tierra y la dejaron así y no volvieron más. Así que nosotros no podemos salir de nuestras casas porque el camino está horrible”, lamentó Juan Rodríguez, otro vecino de la zona.

Señaló que el lugar también se está convirtiendo en mingitorio, debido a que varias personas ocasionalmente se aproximan hasta el lugar para hacer sus necesidades biológicas, lo que contamina el área y pone en serio riesgo a la salud pública.

BOCAS DE TORMENTA

Los vecinos también pidieron una mayor supervisión técnica en la ubicación de las bocas de tormenta, cuyas barras paralelas en muchos casos no cumplen con una dimensión estándar, convirtiéndose en un riesgo para las personas que transitan por la zona.

La semana pasada, el pie de un joven quedó atrapado en uno de los orificios de una de las bocas de tormenta y debido a la complejidad del caso, se tuvo que llamar a los efectivos de la Unidad de Bomberos para auxiliar a esta persona.

De acuerdo a los vecinos, las distancias entre las barras de metal que conforman las bocas de tormenta oscilan entre 8 y 11 centímetros, lo que las convierte en algo muy peligroso para los transeúntes, sobre todo para los niños y jóvenes.

Los orificios grandes de las bocas de tormenta son un riesgo, considerando que existen varios por la avenida Avaroa y la calle Segundo Vascones de la zona El Tejar. Los vecinos no están en contra de la habilitación de bocas de tormenta y sumideros, pero piden mayor supervisión técnica para estandarizar los orificios que, como en este caso, puede representar un peligro mayúsculo para los transeúntes ocasionales.