La crisis no espera

La agenda política, tan tensa y sangrienta, no ha podido eclipsar del todo a los temas pendientes de la gestión económica, que están estallando en medio de las campañas, las promesas y la demagogia.

PETRÓLEO ORO ESTAÑO Los ministros de Petróleo de Rusia, Arabia Saudí, Venezuela y Catar iniciaron el martes en Doha una reunión para tratar de resolver el tema de la sobreoferta de petróleo en el mercado mundial. La caída del precio del petróleo afecta a varios países que enfrentan serios problemas presupuestarios. Irán que busca recuperar su participación en el mercado, tras años de sanciones, decidió no acatar la decisión de congelar los niveles actuales de producción. El precio del oro se ha mantenido cercano a los US$ 1.200 la onza troy debido a la falta de confianza en los merados en las promesas de reducción de tasas de interés por parte del FED de EEUU. Los mercados bursátiles se han mostrado tímidos al momento de invertir por falta de una idea clara sobre el fruto de la economía mundial y particularmente por el bajo precio del petróleo cuyas fluctuaciones son seguidas de cerca por las bolsas internacionales. El precio pasó de US$ 8,8 la libra fina en enero 2015 a US$ 6,6 en diciembre. Minsur, la única empresa minera dedicada al estaño en Perú registró pérdidas netas de US$536 millones en el 2015, frente a la ganancia de US$85 millones registrados en el 2014, según sus estados financieros individuales. En Bolivia la estatal Huanuni cerró el año pasado con una pérdida de US$ tres millones y una deuda de más de US$18 millones.

Los gremialistas presentaron una propuesta formal para cambiar el régimen tributario al que califican de “abusivo, sancionador y retroactivo”.

El propio presidente Evo Morales ha dicho que el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) comete “abusos” y el vicepresidente admitió que las “metas” de recaudaciones que debe alcanzar el organismo podrían ser las causas de esos abusos.

El sistema ha sido calificado como “extorsionador” y de “terrorismo tributario” por empresarios privados.

Cuando acaben o se suspendan las urgencias electorales del gobierno, el Ministerio de Economía deberá informar por qué está exigiendo semejante mano dura al SIN.

De esa manera saldrá a luz el hecho de que el gasto público se ha disparado, alcanzando más de Bs 32.000 millones, muy por encima de los Bs 7.000 millones de 2006. En esa proporción crecieron los empleados públicos desde que el actual gobierno comenzó a contratar a sus militantes.

Lo que dicen los voceros del gobierno es que el sistema tributario tal como está, incluidas las desproporcionadas multas, es imprescindible para el mantenimiento del modelo, y que de ninguna manera se lo podría cambiar, ni siquiera reduciendo un poco su dureza. Esto a pesar de que Bolivia tiene el peor sistema impositivo del mundo, según el Banco Mundial; los segundos impuestos más altos, según el Foro Económico Mundial; y es el séptimo país más complicado para los negocios según TMF.

Pero si las presiones se mantienen, o crecen, el gobierno ha de tener que hacer algunos cambios, lo que le obligaría a buscar ingresos en otros rubros, como por ejemplo elevando el precio de los derivados del petróleo, igual que acaba de hacer en Venezuela el gobierno de Nicolás Maduro.

Pero los transportistas, que piden también un cambio en el sistema tributario, tienen otras exigencias que ponen muy incómodo al gobierno, que ha prometido atenderlas después del proceso electoral, se haga o no.

La producción agrícola está cayendo, igual que la minera, mientras en panorama del gas natural y sus exportaciones se mantiene con muchas dudas debido a la poca seriedad de los informes sobre el incremento repentino de las reservas probadas, que parecen haber sido anunciadas sólo para atender exigencias electorales.

El 21 de febrero, con o sin referendo, marcará un antes y un después para un gobierno que hasta ahora estuvo cosechando frutos que no había sembrado, como son los altos precios de las materias primas.

El ministro de Energía, Luis Alberto Sánchez, dice cada dos días en esta campaña electoral que está “madurando” el proyecto de exportación de energía eléctrica hacia la Argentina.	Sin hacer ningún anuncio, el gobierno chileno acaba de firmar con el de Argentina un contrato para la venta de energía eléctrica que se producirá en la planta termoeléctrica de Mejillones para usar gas natural licuado de ultramar.