En una nota anterior pedía respeto a la Tricolor Nacional. En esa oportunidad me refería a que las FFAA habían dejado a un lado el respeto a los símbolos nacionales y que estaban envueltos en poner en primer lugar a la whipala, que representa a los pueblos occidentales y no a la parte militar.
Veo con mucha tristeza que se han tomado el atrevimiento de cambiar ahora el Escudo Nacional, reemplazado por un escudo con el fondo de la whipala y sobre la misma, en la parte central, la cabeza de un monolito y creo que para disimular hay unas pequeñas líneas, que no se nota que serían de la tricolor.
Me tomé la molestia de seguir investigando y veo que en las boinas que ahora usan, está ese escudo. También se nota que en el uniforme Nº 4 se ha incorporado la kantuta, ahora el ciudadano común se pregunta: ¿dónde irá el patujú? Como había afirmado, apareció el mismo escudo en el pecho de todos los miembros de las FFAA, y en los vehículos del Ejército. Estas aberraciones salidas de la cúpula de la institución armada, no condicen con las normas, formación y función de ese alto organismo y de su educación.
Ahora habría que consultarles: ¿a dónde quieren llegar con esos cambios ridículos? Seguramente en otros niveles de ese órgano han interpretado en forma errónea lo que dice el Gobierno, “es el momento del cambio”. Pero entiéndase que no se refería a cambiar dentro de la institución los uniformes, la mente, con la falta de dignidad y respeto a nuestros distintivos patrios. De otra manera parecerán ser portadores del partido de gobierno, cosa que no debe ser, porque las Fuerzas Armadas se deben a la Patria y los cambios que van realizando nada tienen que ver con la Institución. A este paso tendrán que salir a las calles como movimientos sociales en cada una de las regiones a realizar propaganda por el “SÍ”, o en su caso seguir enarbolando banderas que no tienen correlación con la formación militar. Ésta nació con la tricolor y su escudo, pero ¿ahora será parte de la enseñanza en institutos militares y sus valores tienen que perderse al amparo de órdenes superiores?
En este punto habría que decir “NO” al servilismo y mantener en alto la dignidad, de otra manera creeríamos que la subalternización ha superado todo sentido común, manteniendo la indignación. Las Fuerzas Armadas deben ceñirse estrictamente a sus principios castrenses y no derivar en absurdos como los que se está demostrando día que pasa.
Deben saber que al crearse un organismo armado después de que nació la Patria fue para velar por una doctrina que figura en toda su formación y se debe entender que el mismo tiene el compromiso de velar por los intereses y defensa nacional, ante cualquier eventualidad internacional y a su vez constituyéndose en el TERMÓMETRO de la política de un país, con una extrema imparcialidad y sin sometimiento.
Todos estos inexplicables cambios no ingresan en ninguna mente de los bolivianos, solo están fomentando que se vea con cierta burla el uniforme, porque hasta en Internet se presenta todo un alto mando con ponchos rojos. Esto daría lugar a que a la larga se cambie los uniformes por el poncho y al egresar de un instituto militar en lugar de un sable se entregue un látigo. Parece que se ha perdido la vergüenza y pueden ser pasibles a toda modificación, u obedecer cualquier subterfugio, o finalmente han tomado también muy en cuenta las palabras de una alta autoridad cuando dice que “Bolivia debe indianizarse”. Todo lo contrario cuando esa misma autoridad anteriormente dijo con mucha alegría que en el país se ha tenido ya un millón de habitantes que han subido de nivel, ingresando a la clase media. Mayor contradicción no se puede entender o solamente son palabras que salen en un discurso sin sentido.
Lo cierto es que las Fuerzas Armadas parece que quieren ingresar en la primera frase de lo que dijo esa autoridad, desmereciendo todas las enseñanzas y la función específica para la que fueron formadas.
A todos se les debe recordar que somos bolivianos que respetamos los símbolos aymara, quechua u otro, pero ante toda está la primera virtud, por la que fuimos y somos bolivianos, de la Patria con sus emblemas originales, que nadie debería modificarlos o poner encima de ellos otros que son diferentes y sectoriales.
Finalmente es importante decirles a los miembros de las FF AA que el uniforme es sagrado y que no se debe permitir cambios que dan una idea carnavalesca. La seriedad y conservación de sus orígenes nadie debería modificarlas; hoy las órdenes ya no tienen ese carácter de obediencia ciega, ahora las órdenes irracionales e incorrectas se las discute. Esperemos que tomen conciencia de cómo, por qué y dónde fueron formados, respetando el origen de la creación de las Fuerzas Armadas.
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